La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía muestra su preocupación por “un severo problema que no ha sido capaz de resolver por una falta de decisión política y es la existencia de personas sin hogar que se ven obligadas a vivir en la calle”.
“No es un problema de hoy ni solo de la ciudad de Cádiz, pero es preciso encontrarle una solución ya”, asegura la APDHA.
“En esta ciudad hay, según el último censo, 117 personas sin techo que van de un sitio a otro buscando en qué acera o rincón mínimamente resguardado poder malvivir”, lamenta el colectivo.
Según la APDHA, estas personas sin hogar han sido “expulsadas sucesivamente de distintos lugares obligándoles a una peregrinación inacabable por la ciudad, cuando ya sabemos que esto no soluciona el problema, solo tranquiliza a los que se ven afectados por su presencia y se traslada la situación a otro lugar para empezar de nuevo el circuito”. “La última vez han sido desalojados de la escalera de Capuchinos”, recuerda.
“Tras esta expulsión y la muerte en los últimos meses de, al menos, tres personas sin hogar una parte de este colectivo se ha trasladado a los soportales del Ayuntamiento para hacerse visibles a esta institución y reclamar acciones que permitan su salida de las calles”, explica la APDHA, que entiende “sus razones y la desesperación que les ha llevado a tomar esta postura y esperamos la adopción de medidas más humanas y positivas por parte del Ayuntamiento, quien durante dos noches seguidas, de madrugada, ha procedido al baldeo de la zona, que ha quedado empapada, lo que es un claro hostigamiento hacia estas personas, dada la hora elegida y la repetición injustificada del baldeo”.
La APDHA tiene claras las posibles medidas a realizar: “es hora de tomar decisiones que permitan el acceso a una vivienda digna a estas personas, junto al acompañamiento profesional necesario para obtener su autonomía plena”.
“Los recursos habitacionales existentes actualmente para personas sin hogar, aunque muy necesarios, son totalmente insuficientes: 20 plazas en el Centro de acogida Municipal, con un sistema rotatorio que los expulsa a los 7 días y no vuelven a entrar hasta tres meses después en un reparto “equitativo” de la miseria”, lamenta.
Añade la APDHA en un comunicado que “muchos de los expulsados son personas con graves enfermedades y no se tiene en consideración el riesgo vital que esto supone” y califica de “muy insuficiente” la idea del ayuntamiento de añadir diez plazas en una pensión, que también utilizará el indigno sistema rotatorio”
Asume la asociación el “grave problema de vivienda que existe en esta ciudad, en parte debido a la limitación geográfica del suelo, pero en una gran medida debido a la especulación mercantilista que se hace de las viviendas, considerándolas un producto con el que lucrarse y no un derecho establecido en la Constitución y que por tanto todas las administraciones, local, autonómica y estatal deben velar por su cumplimiento”.
Por ello, la Asociación Pro-derechos Humanos de Andalucía (APDHA) y la Asociación Personas sin Hogar con Derechos (PESHO-DE) instan al Ayuntamiento de Cádiz a “adoptar medidas que solucionen el problema de raíz”. Y llegados a este punto, ofrece una lista de ideas:
- La regulación de viviendas turísticas y de temporada, “de modo que prime la vivienda para residentes y se restrinja la turística en tanto haya déficit de viviendas para los gaditanos, lo que además reduciría el precio de la misma, actualmente inflado por el uso turístico”.
- Utilización del suelo público “para construcción de viviendas de alquiler social, incrementando el parque público de las mismas que ahora es un porcentaje mínimo respecto al total de viviendas.
- Fomentar el alquiler de viviendas privadas cerradas “y en muchos casos abandonadas, mediante normativas que insten a ponerlas en uso”. Muestra su convencimiento de que “esto en cuanto al problema general de la vivienda en Cádiz que beneficiaría a todos los ciudadanos, incluidas las personas sin hogar, pero específicamente para ellos, para dotarlos de un techo a la mayor brevedad es preciso”:
- Retomar e impulsar la cesión anual de viviendas de Procasa a entidades sociales “para alojamiento y acompañamiento de personas sin hogar como se venía haciendo en años anteriores, y que el Plan de Inclusión Social 2018-2021 establece en dos viviendas anuales”.
- Adaptación de edificios públicos sin uso para su alojamiento transitorio e inmediato, en tanto se desarrolla el programa Primero Vivienda (a modo de ejemplo: antiguo IES del Rosario, antigua Escuela Naútica, Edificio Valcarcel, Bajos de la Plaza Madrid..., “pero las instituciones deben tener mayor conocimiento de las distintas posibilidades que existen”).
- Establecer acuerdos con otras instituciones (la Iglesia, el Ejército…) que “poseyendo bienes inmuebles los mantiene también inutilizados o infrautilizados, para darles nueva vida y que puedan ser alojamiento de personas sin hogar.
No se olvida la APDHA de “
los trabajadores municipales que atienden a este colectivo, en un trabajo difícil y complicado en el que deben cumplir los protocolos establecidos, y que han sido objeto de críticas públicas recientemente”. “No dudamos de su capacidad y sus cualidades para desempeñar su trabajo”, alaba la asociación.