Okuda San Miguel (Santander, 1980) es pintor, escultor y el diseñador que ha realizado el mural en el Muelle de Cádiz. Además, es el creador del cartel de la segunda edición del Festival South International Series.
Repasando su vinculación profesional con Cádiz, charlamos con el artista, para quien "actualmente suceden conflictos que afectan a la población por la nacionalidad e incluso por motivos religiosos”.
-¿Cómo ha sido formar parte de South International Series Festival?
Estoy muy contento de formar parte del South festival sobre todo aportando a Cádiz mi imagen coincidiendo con el proceso del mural. Estoy muy contento de haber participado y con muchas ganas de vivir el festival durante este fin de semana.
-¿Cómo ha vivido Cádiz?
El proceso del mural me ha llevado casi unos 10 días de trabajo, pero antes hubo mucho trabajo previo, para empaparme de la ciudad, su cultura y tradiciones… En este tiempo me he enamorado de Cádiz la verdad, porque yo había ido un par de veces a los carnavales pero cuando era más pequeño con todo el grupo de grafiteros. Siempre íbamos en un plan bastante loco. Nos quedamos todos en casa de Axel Void que es un artista maravilloso de Cádiz que vive ahora mismo si no me equivoco en Miami y la verdad que entonces no había prestado tanta atención a la ciudad y su increíble arquitectura. Todas esas calles laberínticas del centro me han enamorado totalmente o sea me he ido de Cádiz enamorado y quiero volver todo el rato.
-¿Qué cosas ha tenido en cuenta de la ciudad para la imagen de South 2024?
He tenido en cuenta para la imagen del South: la arquitectura de Cádiz, las playas de Cádiz, la luz de Cádiz y sobre todo el marco cinematográfico que aporta todo eso a mi lenguaje.
Lo que he propuesto en los carteles y en la imagen es una especie de mundo que da muchas ganas de vivir en él, un mundo físico y digital, es decir, un espacio en el mundo físico para el mundo digital donde mis personajes están disfrutando de un día de playa.
-Y a todo esto.... ¿ve muchas series?
No, no veo muchas series porque no tengo tanto tiempo o estoy siempre inmerso en procesos creativos y me gusta más ver películas pero sí que he visto alguna serie que me ha que me ha cautivado como por ejemplo Misfits, Pose, euphoria, el Tauador de Ausvitch, Happy!, Versace, las noches de tefia….
-Está rodeado de un gran equipo... ¿cómo lo selecciona? ¿Qué cualidades hay que tener para formar parte del “team” Okuda?
Efectivamente, tengo la suerte de estar rodeado de un gran equipo. Hemos llegado a ser en algunas épocas hasta 30 personas, afrontando varios proyectos a la vez en Estados Unidos y en China, lo que conyeva mucho trabajo en todos los procesos (reuniones previas, preproducción, envíos, instalaciones…)
Es imprescindible tener muy buena onda, muy buena energía con todo el equipo. Prefiero gente con no tanta experiencia, pero con muchas ganas de aprender, que aprenden con nosotros y que tienen una alegría para trabajar en equipo, a personas muy profesionales pero que no conecten con los demás.
Somos con una familia en el estudio, lo más importante es trabajar en equipo y de alguna manera sentir o mostrar que perteneces y protagonizas algo muy único y que disfrutas haciéndolo real cada día.
-¿Qué relación hay entre sus pensamientos, lo que quiere plasmar y los colores tan vivos que utiliza?
Bueno, creo que hay mucha relación entre las ideas que tengo y las composiciones que quiero plasmar. Ahora mismo estoy en un proceso creativo de las nuevas obras para la expo en Underdogs en Lisboa y estoy en un proceso de construcción de la obra que me está llevando por nuevos caminos, formatos y texturas.
Estoy muy muy contento de estar viviendo este momento y creo que los colores y la geometría son unas señas de identidad muy particular, que también tiene que ver con lo yo creo y mi forma de ser, con esa diversidad, esa libertad de pensar, de actuar y de ser yo mismo.
Yo creo que la obra del artista y la persona tiene que estar coherentemente relacionados. Por ejemplo, si ves mi armario tiene mucho que ver con mis obras. Ceo que cada cada parte del artista y de la obra es pertenece a un algo más global y todo está relacionado entre sí.
-¿Qué le preocupa como persona y como artista?
Como persona y como artista me preocupa la trayectoria del mundo. De hecho, en mi obra intento transmitir cómo convergen las diferentes generaciones con la generación actual que lidera el cambio del mundo físico y el mundo virtual a nivel comunicación y a nivel artístico. Creo que mi obra también va en esa dirección de cambio, a su vez me preocupa en que nos estamos convirtiendo como sociedad. Actualmente, suceden conflictos que afectan a la población por la nacionalidad e incluso por motivos religiosos. Por ejemplo, una de mis obras es una máquina tragaperras transformada en una virgen, mediante el cambio de los mecanismos he introducido logotipos y símbolos tanto antiguos como modernos de religiones, marcas de ropa representando el capitalismo etc. La obra como resultado conforma una metáfora de la suerte que supone la procedencia, la educación y la nacionalidad hoy en día. Unos atributos aleatorios que en función de cuales se posean derivan en injusticias sociales, esto me hacen cuestionar la dirección que toma el mundo y trato de reflexionar y reflejar esta preocupación a través de mi obra.
-¿Cuáles son sus proyectos de futuro?
Mis proyectos futuros a corto plazo son: un nuevo solo show que para el que estoy creando nueva obra, mi siguiente mural en Puerto Rico, un proyecto para Sant Antony (Ibiza)... Después vamos a las ferias de la semana del arte en Miami, donde junto con mi fundación, Coloring the World Foundation, presentaré alguna de mis obras junto a una colaboración con una marca de guitarras españolas muy chulas. También realizaré alguna acción con colegios allí en Miami como cada año…
A medio plazo, tenemos algunos proyectos institucionales que me tienen muy ilusionado, estamos en pleno proceso de refresh de mi proyecto Kaos Garden junto c nuestros amigos de Elrow, estamos preparando y cerrando algunas exposiciones con vistas al 30 aniversario de mi carrera, que empezaremos a celebrar el 3 de octubre de 2025 en el Museo Ceart.
