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Condenado a 16 años por violar a su hija durante tres años porque decía estar enamorado

La Audiencia de Málaga condena al padre de la víctima, que tenía 15 años cuando comenzaron las agresiones

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  • Audiencia de Málaga. -

Un hombre ha sido condenado a un total de dieciséis años de prisión por violar a su hija durante tres años bajo la influencia que ejercía sobre la menor por ser su progenitor y a la que decía estar enamorado y que no dijese nada a su madre porque destrozaría la familia.

El procesado ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Málaga a diez años por la agresión sexual que sufrió la menor, en un determinado momento casi a diario, y seis años más por la elaboración de material pornográfico ya que realizó numerosas fotos y vídeos a la hija desnuda y en actitud sexual, según la sentencia, a la que ha tenido acceso EFE.

Las agresiones a su hija comenzaron en 2011 cuando la menor tenía 15 años hasta diciembre de 2014, momento en que la joven decidió marcharse de casa y denunciar los hechos.

El primer episodio tuvo lugar en el domicilio familiar, en el que el procesado convivía con su mujer y sus dos hijas, de 9 y 15 años, pero también la agredió en su oficina ya que hizo que fuera con la excusa de que debía limpiar los baños.

El procesado la violó sin usar preservativo y a partir de ese momento los episodios de agresiones se produjeron casi a diario en el domicilio familiar, aprovechado que no dormía con su pareja sino en el salón de la vivienda.

Le llegó a decir, según los hechos probados, que lo hacía para que "no buscara nada fuera de casa, que estuviera tranquila y que se centrara en los estudios", y consumaba las agresiones sin usar preservativo.

El tribunal destaca que para evitar que su hija contara lo sucedido le dijo que si su madre se enteraba destrozaría la familia, razón por la que la menor guardó silencio durante años.

La Sala indica que el acusado le decía que estaba enamorado de ella, que ya no quería a su madre y que la consideraba a ella su pareja, "que todo lo hacía por ella", lo que generó a la menor un sentimiento de culpa y la falsa creencia de que debía guardar silencio para no causar dolor a su progenitora y no destrozar su familia.

El acusado vigilaba las entradas y salidas, así como el uso de las redes sociales de su hija y mostraba cierto rechazo a que tuviera relaciones sociales.

Secuelas y daño moral

La menor ha sufrido baja autoestima, falta de energía, gran preocupación, pesimismo, desesperanza, irritabilidad, llanto fácil, miedos, dificultad para concentrase y problemas de memoria, además de sensación de opresión torácica, falta de aire y trastornos digestivos.

Los médicos forenses le han diagnosticado secuelas de por vida, tiene trastorno mixto ansioso depresivo y trastorno de estrés postraumático, además de miedo a ser madre.

El Tribunal, que ha estimado la concurrencia de circunstancia atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas, condena al acusado por la responsabilidad civil a indemnizar a la víctima con 150.000 euros.

Por las agresiones sexuales se le prohíbe contactar con su hija a su domicilio o lugar que frecuente a menos de 500 metros durante quince años y por el delito de elaboración de material pornográfico también se le prohíbe comunicar con ella durante once años.

Y la medida de libertad vigilada, una vez cumplida la pena privativa de libertad, durante ocho años. EFE

Condenado por maltrato y amenazas

El procesado fue condenado en julio de 2019 en sentencia de conformidad por el Juzgado de lo Penal número 13 de Málaga por los delitos de maltrato en el ámbito familiar y malos tratos habituales cometidos respecto de su pareja y madre de sus hijas.

También fue condenado por un delito de amenazas, hechos que ocurrieron en diciembre de 2014, en el ámbito doméstico respecto a la hija a la violó.

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