Ni un paso atrás. El despegue definitivo del Cádiz de Paco López está aún por llegar, pero las estadísticas de las últimas semanas apuntan a que hay ciertos motivos para la esperanza. Aunque a nivel de juego el equipo cadista sigue ofreciendo muchas dudas, los números muestran pequeños brotes verdes que parecen indicar que el camino de la recuperación ha comenzado. Una senda que pasa necesariamente por el Nuevo Mirandilla, que después de mucho tiempo sin alegrías que llevarse a la boca ha presenciado dos victorias consecutivas de los suyos.
Los triunfos frente al Real Oviedo y el Córdoba CF, ambos sin encajar goles, deben servir de motivación para un equipo que en los últimos tiempos ha hecho de la fragilidad emocional una seña de identidad.
También contribuye a este proceso de reafirmación del plantel cadista el meritorio punto obtenido en Granada, de nuevo logrando mantener la portería a cero. Parece pues que la suerte quisiera también creer en un cambio de dinámica de los amarillos, pues en el Nuevo Los Cármenes los nazaríes tuvieron ocasiones de todos los colores y no pudieron sin embargo perforar la meta de David Gil, protagonista con varias intervenciones de muchísimo mérito.
Este sábado frente al Deportivo de La Coruña el Cádiz debe seguir avanzando en su proceso de mejora, ante el que es ahora mismo un rival directo por escapar de la zona baja de la clasificación.
Los gallegos están a un punto de los amarillos en la tabla con 17 unidades en su casillero tras cosechar cuatro victorias, cinco empates y siete derrotas en 16 encuentros, con 19 goles a favor y otros tantos en contra.
El ascenso de Óscar Gilsanz al banquillo coruñés tras la salida de Idiakez propició un par de buenos resultados, aunque el efecto del nuevo técnico ha resultado fugaz y ya acumulan un empate y una derrota en sus dos últimos compromisos. El Dépor, eso sí, se ha mostrado un equipo peligroso a domicilio, obteniendo dos triunfos por goleada en sus visitas a Albacete (2-5) y Cartagena (1-5).
Visitan los gallegos el Nuevo Mirandilla sin Boudini y con la duda de su goleador, Yeremay. El partido significará además el regreso al estadio gaditano de Lucas Pérez, que dejó el Cádiz en Primera para ayudar al equipo de su tierra a salir del pozo de la Primera RFEF.
Los de Paco López,por su parte, deberán reponerse a la baja de su gran estrella, Javi Ontiveros, sancionado. Sin el marbellí, Brian Ocampo destaca como el jugador llamado a acaparar las miradas en el conjunto amarillo. También sufre el técnico de Silla la baja de última hora de Escalante, lesionado. El castigo a Kouamé y Alarcón deja a San Emeterio y Álex Fernández como únicos centrocampistas disponibles. El lateral derecho, que en Granada ocupó Fali, también es uno de los puntos de interés del once, a causa de las bajas de Zaldua e Iza por lesión.