El Cádiz CF sumó un meritorio punto en su visita a La Romareda, un resultado que sirve para abrir brecha con el descenso, que ya queda a siete puntos, y para prolongar la racha de los amarillos desde la llegada al banquillo de Gaizka Garitano. Con este ya son siete los partidos que el conjunto cadista enlaza sin conocer la derrota.
San Emeterio suplió a Diakité en un once muy reconocible, con Kovacevic de nuevo como titular junto a Chust en el eje de la zaga. Los de Garitano salieron al campo con intención de mandar en el partido y del conjunto amarillo fue la primera ocasión del duelo, una internada de Ontiveros tras un gran pase interior de Iza Carcelén que el marbellí no acertó a rematar.
Tardaron unos minutos los locales en dar la réplica. Lo hizo Liso a los 17 minutos de juego con un remate raso que atrapó David Gil. En el 21 fue el cadista Ocampo el que lo intentó desde la frontal con un potente remate que se marchó desviado. Un minutos después el uruguayo volvió a tener el gol en sus botas tras recibir un caramelo en forma de pase de Ontiveros, pero falló en su intento de cruzar el esférico ante el meta zaragocista Poussin.
Tras un remate escorado de Carlos Fernández que se topó con la madera, el Cádiz dejó escapar una clarísima ocasión pasada la media hora de juego. Otro gran pase de Iza, en esta ocasión para Sobrino, que no remachó a la red Ocampo tras recibir del de Daimiel con toda la portería para él. Una de esas oportunidades que suelen recordarse al final de los partidos.
Los últimos minutos de la primera parte tuvieron más tensión que fútbol. Los encontronazos entre los jugadores de ambos conjuntos se reiteraron y las lesiones acabaron de dinamitar el plan de Garitano, que antes del descanso tuvo que sustituir a Brian Ocampo y Rubén Alcaraz por Gonzalo Escalante y Álex Fernández. En medio del caos, David Gil evitó el tanto del Zaragoza ya en el descuento con una gran mano a tiro de Arriaga. El Cádiz fue mejor a los puntos, pero la falta de acierto privó a los amarillos de marchase con ventaja al descanso.
El partido se equilibró a la vuelta de vestuarios y la victoria pudo caer del lado de cualquiera, pero no fue el día de los delanteros. A balón parado gozaron ambos conjuntos de importantes ocasiones, pero las defensas se impusieron a los ataques en un partido muy competido y serio por parte de los cadistas. La expulsión de Tasende en el minuto 88 dio ventaja numérica a los amarillos en los instantes finales, pero el empate fue un botín más que satisfactorio para los de Garitano.