La Fundación Carolina Montes y Bayón presentó ante la Delegación de Urbanismo del Ayuntamiento de Cádiz en octubre de 2021 solicitud para la concesión de licencia para la ejecución de obras de rehabilitación y reforma del edificio de su titularidad sito en la calle Tolosa Latour, 4. Desde entonces, ni el anterior equipo de Gobierno, en cabezado por José María González, Kichi, ni el actual, con Bruno García como alcalde, han resuelto favorablemente dicha solicitud, de manera que el proyecto para la rehabilitación y la reapertura de la antigua Institución Provincial Gaditana se haya paralizado.
Fuentes de toda solvencia indican que la fundación mantiene contactos con los responsables técnicos de Urbanismo para aportar y modificar detalles de la propuesta, pero la lentitud burocrática de la administración local impiden desatascar esta iniciativa para poner en valor una parcela vacía, sin uso, desde hace casi un lustro en un barrio envejecido, con cierres de comercios, y que, con este equipamiento remozado y con actividad, se vería prontamente revitalizado.
El proyecto básico contaba con un presupuesto de 3 millones de euros, si bien, con el paso de los años, la espectacular subida de precios de los materiales y de la mano de obra, podría rondar en la actualidad hasta los seis millones de euros.
En cualquier caso, la fundación mantiene su ambiciosa iniciativa, para adaptar el inmueble a centro de formación no reglada, con posibilidad de pernoctaciones como casa de ejercicios, conservando, de este modo, el carácter educativo del edificio.
Cabe recordar que la finca en la que se pretende actuar alberga el antiguo colegio conocido como Institución Provincial Gaditana, y que fue entregada a la fundación en septiembre de 2020 cuando finalizó el convenio suscrito con la Diputación de Cádiz. Ni la Diputación tenía interés por mantener el centro, con apenas 40 niños en junio de 2020, por tratarse de competencias autonómicas, ni la Junta de Andalucía por no ser necesario para la escolarización de Cádiz.
Además, hay que tener en cuenta que las edificaciones en septiembre de 2020 ya estaban bastante deterioradas por falta de mantenimiento, como se hizo constar por un técnico de la propia Diputación de Cádiz, de manera que no es descartable que se hayan incrementado las patologías existentes.
El colegio fue construido a costa de la propia fundación propietaria, como justiprecio por la expropiación de una parte de la finca, que se segregó para uso deportivo y que, hoy en día, también permanece vacía y sin uso, aunque con distintos proyectos que no han llegado a materializarse, primero para destinarla a Ciudad de la Justicia y ahora para un edificio administrativo de la Junta de Andalucía y viviendas.
La antigua Institución Provincial Gaditana cuenta con 5.145 metros cuadrados de superficie construida en una parcela con entrada por tres calles, con patios y un amplio espacio central que incluye un campo de fútbol. El objetivo de la fundación es que el centro de formación reglada, una vez en funcionamiento, pueda atender las necesidades específicas de niños, jóvenes, adultos y familias, matrimonios y grupos. Todo ello, permitiría animar las calles del barrio y animar a reabrir establecimientos en la zona.