Una de las esperadas de la noche. No defraudó. Al contrario. Van de Ministros de 1812. Grupo acorde a la grandiosidad musical que adorna y balancea a una agrupación letra a letra. Copla dedicada a Pepito Martínez en un homenaje “con el alma a cuesta y con las botas puestas”. Variedad vocal que va acomodando en cada quejío. Emoción y reconocimiento a una trayectoria impoluta.
Antonio Rivas lo vuelve a hacer. Y a Cádiz “no lo cambio por ná” rematan en el estribillo. Pues eso. Primera ovación de la noche y la que salva la primera parte de la sesión.