El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no llegó a estar en Sevilla pero estuvo muy presente todo el fin de semana, tanto por los efectos de su ausencia en la capital hispalense como por su presencia en España, que aunó las protestas de las plataformas contra la guerra, que no anularon su manifestación a pesar de que el mandatario norteamericano sólo iba a surcar los cielos de Sevilla camino de la base militar conjunta de Rota.
Al margen de la cancelación del enorme dispositivo puesto en marcha para la visita de carácter particular de Obama y que incluía 500 efectivos de distintos servicios, y sin contar el coste que la anulación de la visita haya tenido en los bolsillos privados y públicos, el efecto más evidente se vivió en los Reales Alcázares una vez que se reabrió el monumento este domingo a los visitantes.
Largas colas volvieron una vez más a protagonizar los aledaños de la Puerta del León, ante un sol de justicia que vuelve a poner en evidencia la necesidad de atender de forma digna esta espera, no sólo cuando el sol aprieta, sino también cuando llueve o ventea.
Con el aviso naranja por altas temperaturas, el Ayuntamiento se vio obligado a poner en macha un dispositivo para atender a los visitantes, que pudieron alcanzar hasta los 750 de cupo que tiene el Alcázar. Así, una patrulla de la Policía Local estuvo en vigilancia permanente por si había alguna incidencia.
Los que sí mantuvieron su protesta fueron las cientos de personas que se manifestaron convocados por la Plataforma Contra la Guerra y las Marchas de la Dignidad.
Para los organizadores, la visita de Obama a Sevilla era “un simple adorno para maquillar” lo verdaderamente importante, “la inspección de la base de Rota, con su escudo antimisiles y la conversaciones con el Rey, Rajoy y otros líderes para exigirles la firma rápida del TTIP y una salida a la crisis política que estabilice el sistema”.
Con lemas como “Obama Go Home”, “No a la Guerra”, “OTAN No, bases fuera” o “No al TTIP”, la manifestación partió desde el puente de Triana para recorrer luego varias calles del centro de la ciudad, que hubieran estado blindadas en el caso de que Obama hubiera estado allí. La manifestación ha transcurrido sin incidentes.
