Después de lo ocurrido el pasado invierno, cuando a la Concejalía de Servicios Sociales le pillaba el toro en la adquisición del material de la campaña de frío para los sintecho, ayer la edil del ramo, Ana Fernández, anunciaba que el material ya se encuentra en las dependencias municipales del edificio Hermanas Mirabal desde el miércoles pasado. Un material que se distribuirá a través de Cruz Roja y Calor en la Noche. Se les hizo una consulta previa sobre el material
La campaña comienza el 1 de noviembre y perdurará hasta el 31 de enero. No obstante, si el frío se alarga, Fernández matizó que “se ampliarán las fechas”. De forma que si necesitan más material lo tendrán, que el mal tiempo continúa, se mantiene la alerta.
La dotación de material está compuesta por: 100 sacos, 450 pares de calcetines, 250 unidades de ropa interior, 100 toallas, 100 mantas polares, 125 sudaderas, kits de higiene y 100 impermeables, entre otros enseres.
Asimismo, se mantendrá abierto el albergue, que da cobertura a entre 46 y 53 personas como máximo en la campaña de frío. La mayoría de los albergues “están diseñados para poder ampliar su capacidad en tiempo de frío”, matizó la concejala de Servicios Sociales. El albergue gaditano no tiene un centro de estancia diurna, ni un centro de baja exigencia, “las personas sin hogar sólo pueden pasar la noche”. Por eso, desde el Gobierno local se considera que hay que llegar al equilibrio entre lo que se puede hacer y darle cobertura a este colectivo.
Albergue nuevo
En relación, al albergue nuevo, Fernández insistió en la posibilidad de “tener un modelo de albergue diferente”, aunque no ofreció novedad alguna con respecto a este asunto. Insistió en su discurso de que “hay una serie de necesidades que tenemos que contestar y que va a depender de las decisiones que se tomen en la mesa de Personas sin Hogar y del plan estratégico previsto para estas personas”.
Según la portavoz municipal, el Ayuntamiento tiene la obligación “de que nadie duerma en la calle, pero los que trabajan con ellos son quienes tienen que decirnos qué quieren. No vamos a imponer un modelo de albergue”.
