Los importantes descubrimientosrelac ionados con la Cueva de las Estrellas serán protagonistas de una publicación en una revista internacional.
Unos avances que se esperan sean una antesala de lo que está por venir en las próximas investigaciones anunciadas desde la UCA en esta zona, que podrían empezar la próxima primavera, según las primeras estimaciones.
Dichas inspecciones se llevarán a cabo con escáner laser. “Es muy importante, porque así el arte se representa en relieve. La ventaja que tiene esta tecnología es que conserva el volumen, y da la posibilidad de estudiar más detalles”, resalta el arqueólogo José Ramos, de la UCA.
En este sentido, destacó además el papel de las instituciones en la divulgación de las conclusiones que se alcancen.
Elogió así a la Junta de Andalucía y al Ayuntamiento de Castellar, de losque destacó la “muy buena acogida” que han recibido.
“Es importante que la población se mentalice sobre el importante patrimonio que tenemos. Además, medidas de protección como la de la catalogación como Bien de Interés Cultural ayudará a la conservación”, esgrimió Ramos. Eso sí, insistió en la necesidad de “enseñar y educar”, por lo que puso de relieve la idoneidad de las jornadas de divulgación previstas para este otoño en Castellar.
Cueva
La cavidad se abre en el extremo Sureste de una gran formación de arenisca de 134 metros de longitud y 54 metros de anchura y 30 de altura.
La boca del abrigo se abre a unos 8 metros de altura respecto del suelo actual, siendo necesarias técnicas de escalada para acceder a la misma.
Uno de los aspectos más destacados de conjunto es que se localiza en un abrigo no demasiado profundo (10,4 m de profundidad x 20,6 de anchura de la boca) y no en una cueva, característica que encuentra paralelos en la cueva de la Fuente del Trucho (Huesca).
El discurso temático de la estación, según el estudio, se presenta bien organizado en espacios diferenciados, a pesar de las reducidas dimensiones de la cavidad. Las manos se localizan en la zona exterior, dos en la pared izquierda y tres en la derecha.
“En todos los casos se trata de manos en negativo de color rojo y la mayoría se encuentra en nichos o elementos de relieve natural que las individualizan. En uno de los casos se aprecia perfectamente la ausencia del dedo meñique, probablemente replegado. Junto a estas figuraciones se localizan igualmente otras temáticas, como dos representaciones de caballos”, apunta el informe.
