Llegó el día del arranque de Interestelar Sevilla 2018. Con muy buenas previsiones de afluencia de público y un cartel de más de cincuenta artistas, la tercera entrega de este macro festival será una realidad esta misma tarde en la pradera del Monasterio de la Cartuja, sede del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo.
Antonio Romero, director del Festival, atendió a
Viva Sevilla.
Después de una primera entrega, accidentada por la meteorología, y una segunda realmente espectacular, ¿cree que esta tercera es la de la consagración definitiva de Interestelar en el panorama festivalero nacional?
–Creo que sí. Yo suelo decir que ésta no es la tercera edición, sino las dos y media… por aquella suspensión de la segunda jornada del primer año. Creo que ésta es la consagración de lo que se hizo el año pasado, dando un paso más e intentando meter algunas variables de estilos, que creo que la ciudad lo agradece.
Dos novedades importantes, Zona Infantil y Punto Morado…
–En cuanto a la zona infantil, al ser un festival con muchas horas de día, intentamos que la familia pueda venir al completo a disfrutar de la música. El año pasado detectamos que venían muchos niños por lo que hemos decidido crearles una zona específica para que puedan empezar a tener contacto con la música desde muy peques. Como opinión personal, la sociedad actual tiene un problema a la hora de contrarrestar el machismo y los abusos a otras personas, por desgracia un porcentaje muy elevado de las víctimas son mujeres. El Punto Morado nace como un punto de información en el que las personas puedan informarse de qué hacer si presencian o son víctimas de cualquier abuso. Para denunciar y controlar ya disponemos de seguridad. Al frente de este Punto Morado estará el colectivo Amazonas.
La programación es principalmente indie pero hay otros estilos con protagonismo…
–La idea es abrir un poco el festival a otros estilos. Personalmente creo que poner etiquetas es un error, la música es música y, si es buena, cabe en todas partes. Con los estilos pasa igual. Este año incluimos hip hop, con los sevillanos SFDK que presentan disco en su ciudad. También tiramos de artistas como Kiko Veneno o Coque Malla como referentes de ese rock sureño y el rock & roll de los 80, que da un punto de variedad, y esa incursión en la fusión, con Juanito Makandé y El Kanka. Habrá sorpresas en los grupos emergentes, bandas como Sexy Zebras, que le darán caña a las guitarras. Creo que la tendencia del festival es irse abriendo año a año.
¿Cree que las instituciones públicas ayudan lo necesario al festival?
–En general estamos contentos, todo lo que sea aportar algo es bienvenido. Es un tema delicado porque nunca sabes qué es mucho y qué es poco. Las cuentas cada uno las hace en casa, pero nosotros estamos contentos de que exista esa ayuda. No todo es dinero, en este caso a la ayuda económica del Ayuntamiento hay que sumar la cesión del espacio por parte del CAAC.
¿Algún mensaje a los sevillanos para que acudan a la pradera del Monasterio?
–Un doble mensaje. Por un lado, que éste es el evento más masivo del año en la ciudad, que merece la pena porque se puede disfrutar con la familia en un espacio privilegiado. Por otro lado, es una oportunidad de demostrarle al resto del país que no somos una ciudad sólo de tópicos y tradiciones, aquí hay mucha cultura y mucha vanguardia cultural y, por supuesto, musical.