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Dos formas de llegar a Cádiz

El Puerto de Cádiz superaba ayer una nueva marca con el atraque simultáneo de cuatro cruceros, mientras que de madrugada llegaba un total de cinco pateras

Turistas desembarcando en Cádiz durante la jornada del martes.

Patera llegada a la capital gaditana en la madrugada del martes.

Con los primeros rayos del sol despuntando en el horizonte y un mar en calma que reflejaba esa luz amarilla y débil tan madrugadora asomaban tres gigantes con forma de buque al Puerto de Cádiz en la mañana del martes. Algunas horas más tarde llegaría el cuarto, batiendo récord con sus centenares de metros de eslora. Casi 17.000 personas navegaban a bordo de estos cuatro cruceros, entre pasajeros y tripulación. Fueron recibidos a ritmo de jazz por la Brass Band. Que no se pierda ese estado de bienestar al desembarcar que proporciona el lujo de un barco de esas características. Los visitantes se transformaron en un mar que inundó las calles del centro a lo largo de la mañana. La plaza de las flores estaba atestada de grupos de turistas que perseguían paraguas en alto como si de una Cruz de Guía se tratase. La Catedral, calle Compañía, San Juan de Dios o Columela se hacían imposible al tránsito de aquel que sólo pretendía llegar a trabajar o a. hacer la compra del día.  

“Finish, right, finish”. Así indicaba una dirección un vendedor de la Once a un turista desde su puestecillo de esquina. “Thank you”, respondía este amablemente, como si no necesitara nada más para llegar a su destino. Simple. Porque aquí a muchos les faltará la titulación en Cambridge pero les sobra el ingenio y la hospitalidad. Cádiz recibe al año, desde hace ya más de una década, una media de 300 cruceros. De hecho, en 2018 superó esta cifra con creces cerrando el año con 322 cruceros, lo que supuso la llegada a la ciudad de 424.764 pasajeros (sobrepasando claramente los 360.750 del año anterior). Esto debería suponer un gran impulso económico para la ciudad, teniendo en cuenta que, según el último estudio realizado por la Junta de Andalucía sobre el turismo de cruceros en la región, el gasto medio por crucerista y día en puerto de escala se establece en 40,6 euros. Hoy vuelven a coincidir otros cuatro buques, uno de más de 300 metros, otros dos algo inferiores y un cuarto de 105 metros de eslora. La capacidad total de pasajeros y tripulantes supera las 14.000 personas entre estos cuatro buques. Por lo que el impacto de estas dos jornadas rondaría los 900.000 euros, sin contar con el gasto de la tripulación.  

Hasta aquí una de las caras de la moneda, una de las formas de llegar hasta esta provincia de salada claridad, Costa del Sol, paraíso estival. La gruesa línea del dinero la separa de la otra, una mucho menos agradable, donde el mar no es un lugar de vacaciones sino que puede acabar siendo el más cruel de los verdugos. Antes de que llegaran estos cuatro cruceros con las claritas del día, la negrura de la noche arrastró hasta la costa gaditana a cuatro magrebíes a bordo de una patera. Tres de ellos eran menores de edad y la Policía Nacional los localizó en torno a las 3.30 horas cuando deambulaban por la avenida principal. Hasta allí se desplazaron varios indicativos de los Grupos de Atención al Ciudadano, cuyos agentes localizaron a dos migrantes enfrente del Hospital Puerta del Mar y a otros dos en la plaza del Ingeniero La Cierva. Los agentes comprobaron que los chicos tenían la ropa y sus pertenencias húmedas, con evidencias de haber navegado recientemente. Ninguna banda de música les esperaba, pero sí algunas sirenas.  

A unos cincuenta kilómetros se repetía la llegada. Al igual que los atunes rojos atraviesan el Estrecho en busca de un mar más cálido, ese pequeño brazo de agua se convierte en carretera de paso para los magrebíes. En Barbate, también durante la madrugada, la Guardia Civil auxiliaba a 215 migrantes más procedentes de otras cuatro pateras, estas de madera. Tres de ellas fueron localizadas en las inmediaciones del faro de Trafalgar, lugar que en las próximas semanas será uno de los destinos de playa favoritos para foráneos y autóctonos. La primera embarcación fue interceptada sobre las doce de la madrugada y en ella viajaban 64 hombres y una mujer; la segunda fue localizada sobre la 01:30 horas y ella viajaban 45 hombres y a las 5:20 fue interceptada una tercera patera en la que viajaban otros 70 varones. En la cuarta embarcación viajaban otros treinta y cinco menores.   

Son dos formas de llegar a un solo destino a través de un mismo mar. Dos formas muy diferentes que dibujan la radiografía real y el día a día que vive esta provincia de contrastes. El auge del turismo como fuente de ingresos frente a la triste situación y el sabor amargo que deja el drama de la migración. Aves de paso que ven esta tierra con unos ojos muy diferentes. 

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