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Gracias por dejarnos tu genialidad

No es justo, los genios no deben morir, por eso le mantendremos vivo con su obra, seguiremos cantándolas en cualquier reunión

Publicado: 18/05/2019 ·
09:08
· Actualizado: 18/05/2019 · 09:26
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  • La gaditaníssima. -

Cuando me pidieron que escribiera algo sobre Juan Carlos Aragón no sabía que me iba a costar tanto hacerlo, porque siempre escribo sobre lo que pienso y siento, es parte de mi forma de vida. Llevo horas pensando, porque realmente nada de lo que diga será importante, ni relevante, ni mitigará el dolor de la familia y de los amigos, porque nada de lo que escriba cambiará el hecho de que Juan Carlos Aragón nos ha dejado para siempre.

Esta sensación de desazón la curaremos cantando, porque Cádiz resiste a base de coplas y nos resistiremos a dejarlo ir así

Podría hablar de todas las personas que admiro que han sentido su perdida. Alejandro Sanz, Manuel Carrasco, Vanesa Martín, Jordi Evole, Ignacio Escolar, han mostrado su dolor con palabras más bellas y acertadas que las que yo pueda tener, pero esto sólo sería una crónica del día.

También podría hablar sobre todas las muestras de dolor y cariño de sus compañeras y compañeros del mundo del carnaval. Desde los componentes de sus agrupaciones a todos y cada uno de las y los componentes del resto de agrupaciones y autores tanto oficiales como callejeras que han dejado su pesar patente en las redes sociales, pero seria solo algo que ya conocemos todos.

Me he planteado contar algunas de las anécdotas que guardo en la memoria tras tantos años de Concurso. Quizá sería divertido recordar, como hace en 2006 me atendió antes de actuación de su comparsa en el camerino y me hizo hablar con él DENTRO DE LA DUCHA, mientras fumaba como un descosido y me preguntaba “¿como ha hecho la gente para fumar hasta ahora? Porque no me creo que aquí no se fume”. Sería emocionante hablar de la Final de 'Araka la Kana', cuando el Teatro estaba a punto de reventar de expectación y en el foso de prensa no cabía ni un alfiler, hasta el punto de no tener espacio para colocar las dos piernas en el suelo. O el momento en que se pasó por el forro que su pasodoble llevara rulando meses y comenzó a sonar 'Si caminito del Falla' en las tablas y en la sala, con su banda del Capitán Veneno. Podría recordar muchas, de cada año. Las buenas y las no tan buenas, porque de todo hemos tenido en estos carnavales... Pero son cosas que todos saben o les han contado alguna vez.

Tengo historias más personales que contar. Aquella edición del 'Gallito de plata' de 1998 (premios que entregaba esta casa al grito más original que se escuchara en el Concurso), que en aquella ocasión se celebró en el Baluarte de los Mártires y que alargamos después en el Manteca con mi hermano entre otros en una de esas charlas de carnaval que no quieres que terminen. O mejor aún, la última noche de carpa de 'Los yesterday', cuando junto al Vera y mi hermano, consiguieron que el Bati lo invitara a un fanta de naranja, sí sí, a un fanta de naranja, de verdad, aunque no tuvieran la suerte de conseguirlo finalmente en ese momento y fuera motivo de grandes cargas al cuartetero. Pero estas historias son solo eso, historias de hace años...

Por eso solo voy a contar lo que he vivido desde que he conocido que nos ha dejado. Mis amigos, mi familia, mis compañeros de trabajo todos compartimos la sensación de rabia y tristeza, la impotencia de no ser capaces de asumir que esto es real, que tendremos que despedirnos del Capitán Veneno definitivamente en el Gran Teatro Falla (y que así lo haremos literalmente), que no habrá repertorios nuevos, que nos quedamos con ganas de sus “nabos y torres de preferencia”, que no habrá una nueva letra que nos enganche y nos la apropiemos como nuestra, que solo nos quedan sus chirigotas y comparsas hasta 2019. No es justo, los genios no deben morir. Por eso le mantendremos vivo con su obra, seguiremos cantándolas en barbacoas, bodas o cualquier reunión, seguiremos haciéndolas sonar en nuestro coches y nuestros móviles. Porque esta sensación de desazón la curaremos cantando, porque Cádiz resiste a base de coplas y nos resistiremos a dejarlo ir así.

Quizá lo más sensato habría sido no escribir nada, pero entonces no habría recordado esas anécdotas y habría sonreído, no habría pensado en qué pasodoble, presentación o popurrí de los suyos me levanta el ánimo, entonces no me habría despedido de ti... Que la tierra te sea leve, Juan Carlos. Gracias por dejarnos tu genialidad!

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