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Andrés Macías Gaya, lo escribió porque se sentía obligado a hacerlo

'Nuestros ángeles desconocidos' ahora lo son menos y por una vez la historia la escribe uno de los nuestros como la viven y sufren los nuestros.

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Capitándel Cuerpo Militar de Sanidad y destinado en el Tercio de Armada de Infantería de Marina en San Fernando. Enfermero. Ha estado tres veces en Afganistán, en las bases españolas de las tropas que forman parte de los contingentes internacionales y que están en medio de una guerra sin estar en la guerra.

“A nosotros nos llegan los destozos de la guerra”, dice Andrés Macías Gaya, autor del libro Nuestros ángeles desconocidos, en el que aporta sus vivencias noveladas en uno de esos hospitales de campaña que hicieron famosos los americanos son una serie de televisión. Pero eso sí, con cortes ni tomas falsas.

“El miedo se tiene a lo desconocido”, de Andrés Macías queriendo quitar hierro a la labor que hacen estos hombres y mujeres a miles de kilómetros de sus hogares, como fuerzas de interposición entre contendientes, haciendo bueno el eufemismo de “fuerzas de paz” mientras los disparos llegan de un lado y de otro.

Un día sintió la necesidad de contarlo y de hacerlo en una novela con personajes reales de nombres ficticios y con personajes con nombres propios que se quedaron en el camino.

Lo hizo además como terapia, porque lo que se vive en esos campamentos en medio de las guerras, el miedo que se traga, el sabor amargo que se siente ante la herida, necesita una cura. Los sanitarios se hieren en las guerras como los soldados y si no que se lo pregunten a los que llegan de un conflicto armado.

Dice Andrés con cifras contratadas que han muerto más soldados americanos por sus propias manos que en el frente, incapaces de soportar lo vivido, de gestionar tantas emociones, tanto, tanto horror, tanta angustia, tanto miedo... Porque el soldado tiene miedo. Ese es su mérito.

Y lo ha hecho también porque hay poco escrito sobre lo que es su profesión, en realidad lo que es una guerra por mucho que ahora se puedan seguir en directo y en abierto para todo el mundo

Hay mucho contado, mitad realidad, mitad ficción, sobre las fuerzas armadas estadounidenses, pero poco sobre las españolas. Quizá, o seguramente, porque las películas las hacen los americanos.

Quizá también porque un soldado en activo no encuentra el límite entre lo que puede contar y lo que no debe, porque las cosas de las guerras son material clasificado. Menos en las novelas. Y aun así hay que andar con pies de plomo.
    
Narrado con hechos reales
Él quería contarlo y lo ha hecho además por partida doble, de una forma original. Ha contado lo que ha vivido y la novela no es que esté basada en hechos reales; narra hechos reales.

Y además hace pedagogía sobre lo que es la sanidad militar a lo largo de los tiempos porque siempre ha habido sanidad militar. Aunque sea en el sentido de que a los heridos en una batalla se les curaba para combatir al día siguiente.

Al final del libro -424 páginas de novela- Andrés García realiza un recorrido por las guerras y por la sanidad en las guerras, a modo de contextualización del relato, como una manera de justificar una historia.

Puede leerse como un anexo o como una prolongación, pero sirve para comprender más por qué había que escribir -tenía que escribir- esta historia que termina sin terminar.

Nuestros ángeles desconocidos -ahora menos- se editó la primera vez como libro electrónico porque es una novela de autoedición a la espera que llegue una editorial que quiera convertirla en otra clase de proyecto.

Luego, a demanda de muchos amigos que todavía prefieren leer con el olor a papel cerca, ha hecho una edición limitada y dice que está gustando.

Es díficil saber si una editorial sabría respetar ese plus de honestidad que Andrés Macías le ha dado a su novela. Pero todo sea porque la historia se quede escrita por alguien que es uno de los nuestros. Que nuestra historia siempre la han escrito otros. Y malamente.

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