Dice Cádiz Turismo que pocos lugares en España gozan de un reconocimiento internacional como el que disfruta nuestro Jerez gracias a su vino, la tradición ecuestre y taurina, el flamenco y el motor y yo añadiría que también a su impresionante patrimonio cultural y artístico y a su singular campiña y al mantenimiento de sus tradiciones que le hacen traspasar fronteras y convertirse en universal como, muy acertadamente, ha nominado el Ayuntamiento las jornadas celebradas con motivo del Día Mundial del Turismo que se conmemoró en la jornada de ayer lunes.

Las bodegas y su apertura de puertas han sido una de las iniciativas. No hay que ponerlas en valor porque ya lo están con propuestas culturales, incluso, privadas que vienen a sumarse de forma importante a la oferta de ocio y cultura pública. Las bodegas, como nuestras iglesias o nuestros palacios, nuestro Alcázar o nuestros campos están ahí, con la necesidad de alcanzar un acuerdo con el Obispado para una mayor apertura de los templos a nivel cultural, aunque San Miguel, Santiago o San Marcos o la Cartuja de la Defension o la Catedral ya pueden visitarse. Incluso hay palacios que habrán de ponerse en valor, como el flamenco. Las Peñas deben ser escenario de visitas de los que llegan para beber jerez, sentir el buen hacer del caballo y llevarse el eco del toque, el cante y el baile y el santuario adecuado son las Peñas o los tablaos. Crear una ruta turística flamenca es una de las asignaturas pendientes, como algunas importantes rehabilitaciones como el Palacio de Riquelme o la recuperación de barrios tan emblemáticos como Santiago o San Mateo.

Queda mucho por hacer pero evidentemente Jerez está en el panorama turístico no sólo estacional, no sólo en época de Navidad, Semana Santa, Feria, Mundial de motos o Vendimia o en tiempos de mostos sino a lo largo de todo el año por lo que hay que incidir en limpieza, en atención al cliente y en profesionalidad porque, como he escrito mil veces, a falta de industrias habrá que cobijarse en el turismo y sacar rédito a una oferta que es muy difícil de igualar.