Reino Unido considera que es factible poder cerrar un acuerdo con la UE sobre la futura relación de Gibraltar con el bloque tras el Brexit pero para ello hace falta "flexibilidad de todas las partes", ha indicado un portavoz del Embajada británica en Madrid.
"Tanto Reino Unido como la UE han presentado textos a lo largo de las negociaciones", ha explicado el portavoz, después de que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, haya indicado que España y la Comisión Europea han hecho llegar a Londres una "propuesta global" que ofrece "soluciones prácticas" para lograr crear una "zona de prosperidad compartida".
Aunque no ha querido hablar de plazos de negociación, el ministro sí ha dado a entender que la propuesta sobre la mesa de Londres sería la última. "Es evidente que no podemos estar eternamente en esta situación", ha recalcado, al tiempo que ha defendido que el Gobierno "ha demostrado un elevado grado de flexibilidad y pragmatismo" tras el Brexit.
Londres está "trabajando intensamente para buscar un acuerdo sobre un texto que respete el balance" del marco político pactado por Reino Unido y España el 31 de diciembre de 2020, ha asegurado el portavoz, en línea con lo manifestado también por Albares, que ha aclarado que la propuesta de Madrid y Bruselas respecta este texto, que prevé entre otras cosas la supresión de la Verja.
Así las cosas, el Gobierno británico "confía en que con flexibilidad de todas las partes se puede encontrar un acuerdo que funcione para toda la región" de Gibraltar y el Campo de Gibraltar, con cuyos alcaldes se ha reunido precisamente Albares hoy en Madrid.
LA SOBERANÍA NO SE TOCA
Con todo, Reino Unido ha vuelto a recordar que no está dispuesto a sellar ningún acuerdo que "comprometa la soberanía de Reino Unido" sobre el Peñón, algo que también ha repetido el ministro principal gibraltareño, Fabián Picardo, ante el Parlamento de Gibraltar este mismo viernes.
Según ha indicado, las propuestas que han hecho llegar Gibraltar y Reino Unido a la UE "prevén la supresión de las barreras comerciales y la protección de la integridad del Mercado Único de modo" pero sin comprometer sus intereses "en materia fiscal o sobre soberanía en general".
Asimismo, "abordan la cuestión de los derechos de las personas para una frontera fluida", ha añadido, precisando que para lograrlo hay que cumplir las disposiciones pactadas en 2020 y tener en cuenta también "las preocupaciones de la UE respecto a la protección de la integridad del espacio Schengen".
El llamado Acuerdo de Nochevieja preveía la desaparición de la Verja y su inclusión dentro del espacio sin fronteras Schengen. Sin embargo, el mandato negociador que finalmente dieron los Veintisiete a Bruselas aunque avalaba la eliminación de la Verja, lo condicionaba a que España --con la asistencia de Frontex durante los primeros cuatro años-- controlara el paso fronterizo en el aeropuerto y puerto del Peñón, algo que no gustó en el Gobierno británico.
El modo en que se encajará en el futuro acuerdo ese equilibrio entre la presencia de Frontex y la tutela de las autoridades españolas es precisamente uno de los escollos que siguen abiertos tras una decena de rondas de negociaciones y que las partes buscan cómo resolver, según varias fuentes conocedoras de las conversaciones consultadas con Europa Press.
"Nuestras propuestas --ha insistido Picardo-- también prevén que los trabajadores transfronterizos sigan disfrutando de la igualdad de trato con los trabajadores residentes en lo que respecta a las prestaciones laborales".
PICARDO VE FACTIBLE EL ACUERDO
Así las cosas, el ministro principal se ha congratulado de la voluntad expresada por Albares de que el Gobierno quiere "lograr un resultado positivo". "Todos estamos en la misma página en cuanto a este objetivo", ha sostenido, asegurando que es posible concluir "con éxito" la negociación.
"Estas opciones se encuentran sobre la mesa y pueden implementarse y materializarse en una conclusión satisfactoria para todas las partes", ha defendido. "Todos queremos llegar a un acuerdo este año", ha aseverado Picardo.
El ministro principal ha expresado su compromiso "con un resultado en el que todo el mundo salga ganando y en el que nadie tenga que ceder en cuestiones consideradas fundamentales, aunque se hagan cesiones en las áreas en las que cada uno considere que puede ceder, y que funcione para Reino Unido y la UE, que son las partes contratantes".
Hasta la fecha se han celebrado nueve rondas de negociaciones entre Londres y Bruselas y la próxima está prevista precisamente para el lunes y el martes en la capital británica. La negociación, ha reconocido Picardo, "no ha sido tarea fácil y lo que queda por delante tampoco lo es" pero ahora mismo "un resultado positivo está al alcance".