No obstante, Román aclaró que, con el objetivo de garantizar la independencia de esta figura, el puesto no será ocupado por un cargo de confianza como pretendía el anterior equipo de Gobierno, sino que se buscarán otras formulas para designarlo. El alcalde descarta también que sea elegido por el Pleno, pues tampoco lo considera el trámite más idóneo. “Se está buscando una fórmula que garantice la total independencia de esta figura, para que no sea un cargo de confianza del Gobierno municipal ni tampoco designado en Pleno”, explicó José María Román.
Intermediario independiente
El Defensor del Ciudadano será el encargado de intermediar entre el Ayuntamiento y la ciudadanía en materia administrativa, de ahí que no deba ser nombrado como cargo de confianza, pues su independencia estaría en todo momento cuestionada.
El anterior equipo de Gobierno ya quiso poner en marcha esta figura, e incluso lo contempló en los Presupuestos de 2008 como personal de confianza. Finalmente el cuatripartito descartó la idea tras aceptar una alegación presentada por un particular que ponía de manifiesto a través de un informe jurídico que no podía ser un cargo de confianza.
El nuevo Gobierno local está ya buscando la fórmula para designar a esta figura a lo largo de este mismo año de la manera más independiente posible. De momento no se baraja ningún nombre.