La Operación Paso del Estrecho (OPE) atraviesa con "normalidad" la mayor punta del dispositivo, registrada desde el pasado fin de semana, cuando 64.200 personas y 17.200 vehículos embarcaron entre el sábado y el domingo en el puerto de Algeciras (Cádiz) con destino a Marruecos.
Según han informado a Efe, fuentes de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA), la coincidencia del inicio de las vacaciones de cientos de miles de viajeros magrebíes residentes en Europa ha provocado, un año más, una afluencia masiva, que se ha reflejado en las carreteras españolas (especialmente en el Campo de Gibraltar) y en las zonas de preembarque de Algeciras.
En las carreteras, el dispositivo de Protección Civil tuvo que activar a las 14.30 horas de ayer el área de espera de Los Barrios (Cádiz), debido a que el Llano Amarillo, la zona de preembarque del puerto de Algeciras, ya se encontraba al cien por cien de ocupación.
Así, desde esa hora se estableció en la autovía A-7 un filtro de la Guardia Civil de Tráfico para desviar al área de espera a los viajeros magrebíes, lo que provocó largas retenciones de hasta más de seis kilómetros, que se prolongaron hasta la madrugada de ayer, y que colapsaron también las carreteras secundarias de la comarca.
Según la fuente, la previsión del dispositivo es la de que la jornada de hoy se comporte de la misma forma que el pasado fin de semana.
Las zonas de preembarque están reflejando también esta masiva afluencia, con esperas de hasta doce horas para embarcar a Tánger desde la llegada de estos vehículos a puerto, previa estancia en el área de espera de Los Barrios.
El Llano Amarillo, habilitado como preembarque, ha registrado tres puntas de afluencia durante el fin de semana: el sábado por la tarde, con la llegada de 700 coches por hora; el domingo al mediodía; y el domingo de madrugada, con la entrada de 2.000 coches entre las 1.00 y las 4.00 horas.
La intensificación de la afluencia se refleja en el que hecho de que ha representado un incremento del 22 % en pasajeros y del 13 % en vehículos respecto al mismo periodo del año anterior.
Detrás de estas cifras hay más de dos millones de magrebíes, residentes en Europa, que regresan a sus países de origen con motivo de sus periodo vacacionales en una dura travesía por miles de kilómetros de carretera.
El Llano Amarillo es la última estación de esta odisea, donde confluyen centenares de viajeros con múltiples vivencias personales.
Rachid, un marroquí padre de familia que lleva 25 años trabajando en Holanda, ha hecho un viaje de 3.000 kilómetros en dos días, parando diez veces en descansos cortos, de una hora y afirma que lo hace así porque "estoy trabajando todo el año, y tengo tres semanas de vacaciones para que mi hija vea a la familia, a los abuelos y que conozca Marruecos".
"Es un viaje muy duro, pero cuando llegas a Marruecos, te olvidas de todo. Ves a la familia, la playa...", afirma Rachid, que reconoce que después espera otra "paliza" de vuelta, "pero, ¿qué vas a hacer?".
Ahmed, también residente en Holanda, cuenta que su viaje, en el que ha hecho 2.300 kilómetros en dos días, "es muy difícil, porque es un viaje muy largo por carreteras sin infraestructuras, con más de cien kilómetros sin áreas de servicio para parar".
Este marroquí lleva 31 años viviendo en Holanda, pero lleva sólo tres haciendo la OPE por carretera, ya que siempre viajaba en avión y el motivo de haber cambiado es porque ahora "llevo cosas para la familia".
Esta es otra característica de este dispositivo, ya que los viajeros suelen cargar los coches de equipaje y multitud de bolsas en las que llevan regalos o artículos de necesidad para sus familias en Marruecos, aunque hay otros casos en los que aprovechan el viaje para vender este tipo de productos.
Por su parte el marroquí Abdul también espera el último trance del viaje en el Llano Amarillo, y el suyo es un caso diferente, ya que vive en Madrid desde hace 15 años, por lo que sus viajes son menos duros.
Sin embargo, contempla la situación de sus paisanos y, a pesar de que reconoce que el dispositivo de la OPE "está muy bien", no dejan de ser "viajes muy duros, a pleno sol, con muchos niños", y con incidencias como "gente enferma, que tiene que ser atendida por la ambulancia" en pleno Llano Amarillo.