Más abandonos, más impagos de matrícula y menos universitarios cada año. Ésta es la tendencia de la que hablan las estadísticas del Campus Bahía de Algeciras desde el curso 2012-2013 hasta el actual, según los datos a los que ha tenido acceso EL FARO INFORMACIÓN a través del Portal de Transparencia de la Universidad de Cádiz.

En concreto, en lo que se refiere al número de alumnos que optaron por “tirar la toalla”, fueron 529 en el curso 2012-13, en el que se inscribieron en total 2.113 estudiantes.

Un año después, en el 2013-14, la cifra subió a los 586, de los 2.084 registrados por la institución de enseñanza superior. Estos datos reflejan así un alza en el que la proporción de aspirantes al título universitario que desisten de alcanzar un título es de un abandono por cada cuatro personas.
No existen aún registros de los dos últimos cursos porque la propia Universidad considera que “un alumno ha abandonado el estudio en el que se matriculó una vez transcurridos dos cursos consecutivos sin efectuar matrícula”.  De ahí que solo se aporte en este momento los datos de los alumnos matriculados hasta el curso 2013-14, y que no se han matriculado ni en 2014-15, ni en 2015-16.

En cuanto a los impagos de los deberes administrativos, hubo 32 casos en el periodo 2012-13. Se trata de apenas un 1,5 por ciento de los 2.113 alumnos que se “apuntaron” a las clases.

Al curso siguiente se dio un ligero incremento, pasándose a los 36 incumplimientos del abono de los costes asociados a la enseñanza recibida. Este número supone también una diminuta subida en el porcentaje de desembolsos no realizados, llegándose en esta ocasión al 1,8 por ciento de morosidad.
Una nueva subida se produce en el 2014-15, en el que 47 personas no ingresaron las cantidades correspondientes a los servicios de formación prestados, lo que incluyó en aquel entonces a un 2,3 por ciento del conjunto de estudiantes en el Campus Bahía de Algeciras.

No hay datos del curso actual al no haberse cerrado la contabilidad del mismo. La diferencia actual es, pues, de 280 matrículas menos en 2015 (1.833) que tres cursos atrás (2.113), lo que refleja la inclinación a la baja.

 

En primera persona
Ángel, un universitario linense que cursa su último año de Administración y Dirección de Empresas en Algeciras, relata sus dificultades y las de muchos compañeros de aula para hacer frente a los gastos de estudiar, tanto directos como indirectos.

El primer escollo al que se ha enfrentado este joven es el de una matrícula de 1.660 euros que incluye 13 asignaturas. “Algunas son de segunda matrícula y otras de tercera, que es donde te aumenta el precio realmente. Los de primera suelen ser bastante asequibles al menos”, señala a este diario.
De hecho, expone que en una inscripción en materias que se cursan por primera vez, el montante final puede quedarse en unos setecientos u ochocientos euros aproximadamente.

Añade además que una “particularidad” de la UCA es que, en caso de suspenso de una asignatura, el alumno queda “obligado” a seguir teniendo esa asignatura al año siguiente. “No se puede hacer un ‘parón’ y dejarla para otro curso”, detalla. Ante esta tesitura, se dan experiencias como la suya, que el año pasado tuvo así que matricularse de una asignatura previamente no suprada a la que no pudo asistir por la realización de unas prácticas. “Pagué una asignatura prácticamente por la cara, y esto, en otras universidades, no ocurre”, lamenta.

Ante esta circunstancia, las consecuencias están a la vuelta de la esquina: “Claro, al tercer año, cuando sí vas a cursarla, estás pagando una tercera matrícula, que es muchísimo más caro, no una segunda”, critica.

En este sentido, matizó que “si llevas las asignaturas al día, y puedes ir tirando con las diez que hay en cada curso no debe haber demasiados problemas, pero eso te hace también la carrera incompatible con otro tipo de cosas, en particular la nuestra, al ser Administración y Dirección de Empresas, si te metes en algún tema de emprendimiento, en algún concurso o llevar algún proyecto fuera, o te metes en cualquier proyecto personal de ese tipo que te quite tiempo respecto a la carrera, pues obviamente vas a estar bastante apurado”, dice.

En este contexto añade que dicha situación puede llevar a suspensos al disponer de menos tiempo para estudiar y al recargo por segundas y terceras inscripciones, y pone como ejemplo el suyo. Preguntado por la situación en su círculo de amigos, cuenta que un par de compañeros “lo dejaron” en primero, por cuestiones personales y profesionales. “Cuando la gente ve que le llegan matrículas de casi mil euros se van echando para atrás”, reconoce.

No obstante, el propio Ángel destacó que la Universidad de Cádiz “últimamente está ofreciendo facilidades”. Precisó que el año pasado la UCA permitía distribuir los abonos hasta en cuatro cuotas y este año incluso hasta en ocho. “De hecho, yo sigo estudiando porque se puede pagar en ocho plazos, porque si fuera en cuatro plazos una matrícula de unos mil seiscientos euros, son cuatrocientos euros, lo que es prácticamente insalvable. Si se pueden estirar los plazos, es algo más de ventaja que llevas”.

Ángel, ante estos números lo tiene claro: “nos siguen apretando las tuercas en el precio de los créditos y la vida de estudiante se está complicando cada vez más”.