El incendio se produjo a las siete y media de la mañana
Un matrimonio y sus cuatro hijos con edades comprendidas entre los cuatro meses y los cuatro años, resultaron heridos esta mañana tras registrarse un incendio en la vivienda unifamiliar en la que habitaban, ubicada entre los números 11 y 13 de la calle Santísima Trinidad. Fue a las 7.35 horas de la mañana cuando el servicio de emergencias 112 recibió el aviso de fuego, por lo que inmediatamente se trasladaron hasta el lugar los Bomberos y la Policía Local.
A su llegada, el fuego estaba casi extinguido porque los vecinos lo habían sofocado con dos extintores, pero la casa se encontraba inundada de humo. Equipados con Equipos de Respiración Autónoma (ERAs), los Bomberos accedieron a la vivienda y encontraron un sofá completamente calcinado en el pasillo de entrada. Tras comprobar que no quedaba ninguna persona en el interior, procedieron a ventilar la vivienda empleando un turboventilador para evacuar el humo que se había acumulado.
Según informan desde el servicio de Bomberos, el incendio se inició en el sofá del salón por causas que se desconocen y desde él se propagó a parte del mobiliario cercano. El padre de familia, que en el momento en que se inició el fuego se encontraba en la casa con su mujer y sus cuatro hijos pequeños, intentó sacar el sofá de la casa, en cuya acción resultó herido con quemaduras en mano y pecho.
Afectados
Como consecuencia del incendio, todos los miembros de la familia tuvieron que ser trasladados al hospital clínico de Puerto Real con heridas más o menos graves. Según confirman fuentes oficiales del Servicio Andaluz de Salud (SAS), la mujer y los cuatro niños sólo necesitaron asistencia por inhalación de humo gracias a que durante el incendio consiguieron refugiarse en la azotea. Todos ellos pudieron ser dados de alta a las pocas horas de ingresar.
Peor suerte ha corrido el hombre, que tuvo que ser evacuado, desde Puerto Real al hospital Puerta del Mar de Cádiz y desde allí fue trasladado a la Unidad de Quemados del Virgen del Rocío de Sevilla, dado que presentaba quemaduras de primer y segundo grado en el 30 por ciento de su cuerpo, localizadas fundamentalmente en el brazo y el torso.
Los testigos
Este medio ha podido hablar con uno de los vecinos que prestaron ayuda durante el incendio. “Yo estaba durmiendo en casa cuando de repente oí gritos pidiendo socorro. Al asomarme a la ventana vi una humareda tremenda en el bloque de al lado y a una mujer y a unos niños pequeños gritando auxilio en la azotea, por lo que corrí hasta allí. Al llegar me encontré al hombre que habita en la casa intentando sacar un sofá ardiendo del inmueble. Un vecino había cogido un extintor para sofocar las llamas”, narra José Caravallo.
“Afortunadamente no había nadie dentro. Los niños y la mujer consiguieron ponerse a tiempo a salvo, aunque tragaron bastante humo. El hombre sí tenía grandes quemaduras, sobre todo en la mano y en uno de los laterales del cuerpo. Menos mal que intervinieron los vecinos porque los Bomberos tardaron en llegar y no quiero ni imaginar lo que podría haber pasado”, apunta este joven. Y es que el suceso podría haber tenido peores consecuencias ya que la casa se ubica en un bloque junto al menos otras nueve unifamiliares.
Servicios Sociales también tuvo que intervenir para buscar a la familia un lugar en el que alojarse dado que la casa ha quedado en muy mal estado tras el incendio. “Estas desgracias siempre ocurren a los más desafortunados ya que el hombre está en paro y la familia no pasa por buenos momentos. Para colmo, ahora se encuentran con que no tienen donde vivir”, lamenta el vecino.