El sindicato UGT y la Fundación para el Desarrollo de los Pueblos de Andalucia (FUDEPA) han reclamado al Ayuntamiento de Córdoba los restos mortales del sindicalista Manuel Landrove Pouse, fusilado el 3 de septiembre de 1936 por su afiliación sindical y política, ya que también era militante del PSOE, en base "al interés legítimo que como familia ideológica mantenía con UGT".

En un comunicado difundido este lunes, ambas organizaciones han lamentado que el Ayuntamiento cordobés no haya respondido a la solicitud que en este sentido le transmitieron en abril pasado, en la que "nos poníamos a su disposición a fin de que nos facilitara el procedimiento para llevar a cabo la recuperación de los restos mortales y la identificación genética de nuestro compañero"

El cuerpo de Manuel Landrove fue enterrado por su viuda tras su fusilamiento en el Cementerio de la Salud de Córdoba y, tras intervención arqueológica llevada a cabo en la sepultura número 10 del cuadro San Ramón, donde se encontraba, fue trasladado a otro cementerio municipal, el de la Fuensanta, donde "están custodiados legalmente por el Ayuntamiento de Córdoba".

UGT y FUNDEPA reclaman su entrega "con el objetivo de ofrecerle una digna sepultura en base a la filiación sindical que mantuvo antes y en el momento de su detención y asesinato, debido al interés legítimo que como familia ideológica mantenía con UGT".

"Nuestra petición a este Ayuntamiento de la capital cordobesa está basada reglamentariamente según el artículo 18 de la ley 20/2022 de 19 de octubre de Memoria Democrática, en el que se recoge concretamente, que las actividades de localización, exhumación e identificación de las personas desaparecidas requerirán de la previa autorización administrativa, añadiendo que además de los familiares y asociaciones memorialistas podrán personarse en esta solicitud ‘cualquier otra persona o entidad que acredite un interés legítimo para la petición y desarrollo de esta autorización administrativa’", han razonado ambas organizaciones.

En cualquier caso, las entidades no tienen duda que en la figura del sindicalista se da la circunstancia de ser víctima a efectos de la Ley de Memoria Democrática.

Manuel Landrove Pouso, afiliado a la UGT y al PSOE desde su llegada a Córdoba procedente de Cuba en 1931, fue fusilado tras el golpe militar del 18 de julio de 1936.

En el listado de la asociación memorialista 'Dejadnos llorar', que censó a las 2.252 fusiladas desde el golpe y en la represión posterior en la ciudad de Córdoba, Landrove aparece como natural de Fene (A Coruña) y como uno de los diez fusilados el 3 de septiembre de 1936, aunque en el registro el motivo del fallecimiento que consta es el de "heridas por arma de fuego".

En este caso, ha sido la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera (AREHEMISA) la que se puso en contacto con la FUDEPA y UGT para transmitirles los resultados de la investigación acerca de Landrove, lo que motivó la iniciativa de las dos organizaciones.