La derrota del sábado en el Camp Nou fue tan inesperada como rabiosa. Inesperada por el simple hecho de que, a priori, pocos apostaban por un partido tan igualado como el que se vio. Tan equiparado que la victoria sevillista se palpó y hasta pudo ser merecida, de ahí la rabia con la que regresó el equipo a la capital andaluza.
Pero el objetivo fundamental se logró y con creces. Primero, no salir con un saco de goles, tal y como sucedió en el Bernabéu. Y segundo, competir de tú a tú al todopoderoso Barça, dosificando incluso a jugadores que serán fundamentales el miércoles frente al Atlético de Madrid. Casos como el de Medel, Kondogbia o Negredo, que no jugaron ni una hora de partido. No obstante, Rakitic y Navas si completaron los 90 minutos.
Lo del sábado en el Camp Nou ha avivado la llama de la afición, que ya ha comenzado su trascendental semifinal.
El Sevilla Atlético confirma su mejoría (3-2)
El equipo de Ramón Tejada respira. Nueva victoria y consecutiva en el feudo rojiblanco para relanzar al filial tras un bache que iba encaminado al fracaso. Ayer, derrotó y con remontada al Cádiz. Una victoria que deja al Sevilla Atlético con 36 puntos, a dos del descenso.
Mucho mérito este triunfo ante los amarillos, que se pusieron por delante en la recta final del primer tiempo tras sobreponerse al gol de Juanan. Sin embargo, tras el descanso los gaditanos fueron conservadores y lo pagaron, con un nuevo tanto de Juanan y el trallazo de Álex Rubio que suponía la remontada. Sufrió el filial como no podía ser de otra forma, pero el desgaste padecido mereció la pena.