A Juan Carlos Ollero siempre se le ha conocido como un presidente de club, con la presencia básica y necesaria ante los medios. Un duro trabajador que ha comandado la nave cajista durante ocho años, entre los que pudo vivir grandes momentos de playoffs y con la Copa del Rey, incluso quedándose con la miel en los labios cuando los de Joan Plaza apunto estuvieron de lograr un título europeo, pero al mismo tiempo y con coherencia ha tenido que lidiar momentos duros en lo económico y, por ende, en lo deportivo. Ahora le toca descansar
Concluyes un periplo de ocho años al frente del Caja. ¿Qué balance sacas?
–Personalmente tengo el gusto y el placer de decir que para mi el balance ha sido extraordinariamente positivo. Para el club hemos intentado cumplir con las obligaciones. Unas veces con más aciertos y otras con menos, aunque creo que después de algún esfuerzo estamos dejando al club en una senda extraordinariamente esperanzadora por los pasos dados. Ahora es un club profesionalmente gestionado, con unas cuentas que presentan fielmente su realidad, auditado en todos sus extremos, sin deudas, con un patrocinador de primera categoría y en vísperas de que algunas reuniones que se están moviendo en estos momentos puedan dar lugar a nuevos patrocinadores.
¿Tales patrocinadores modificarían en algo la relación con el principal, CaixaBank?
–No. Ellos son nuestro principal patrocinador y lo seguirá siendo en el futuro inmediato mientras que no se produzca el cambio. Los nuevos se suman al actual. Son patrocinadores de mucha menos importancia económica, pero pueden ser de mucha importancia social.
Recordamos aquellas palabras allá por abril cuando decías que estabas con fuerzas para seguir al frente. ¿En qué ha cambiado la situación para retroceder y ceder el testigo al ya nuevo presidente?
–En aquel momento me estaba callando algunas cosas (risas). Este es un asunto planteado por mi al nuevo propietario y patrocinador antes del comienzo de esta última temporada. Consideraba, fundamentalmente, que ocho años es un plaza mágico en política más que prudente para dejar paso a otras personas con las que se pueda tener confianza. Y yo así lo había planteado entonces. No como un ultimátum si se me necesitaba, pero sí como algo que yo prefería.
José Aguilar es el nuevo presidente. ¿Por qué él?
–Por que tiene todas las condiciones. Es un hombre en la edad granada para un profesional. Socio del club desde el principio. Ha asistido a todos los partidos. Padre de jugador y entendedor de baloncesto. Creo que no hubiéramos encontrado a un candidato mejor.
Contigo se propició la recuperación de los colores. Buena y acertada iniciativa.
–Era una deuda que teníamos con la afición, el retomar con ella toda la historia del club, la mejor, y de comprometernos con ella en el futuro. Y se ha podido hacer en el momento que se ha podido, que es cuando el nuevo patrocinador lo ha consentido con muy buen criterio.
En lo deportivo. ¿Tranquilo tras la continuidad de Aíto en el banquillo?
–Para este club, en este momento, en esta apuesta por los jóvenes, Aíto García Reneses es un entrenador de lujo. Por ello, siempre he entendido que la primera alternativa del club era que Aíto continuara al frente.
¿Con la cantera como plato principal del futuro más inmediato del Cajasol?
–Sin duda. Primero porque es un enfoque que hace atractivo al club. Seguimos un modelo que está siendo observado con cariño por los entornos profesionales del baloncesto. Un modelo atractivo para los patrocinadores y un modelo que sintoniza con la clase de afición que queremos tener. Hombre, es una pena que no haya sevillanos en esta cantera, pero lo cierto es que hay todos los sevillanos que se pueden. La genética y la globalización del baloncesto complica estas posibilidades.
¿Se llegó a temer por el futuro financiero del club con respecto al patrocinador?
–No, no, para nada. Los nuevos patrocinadores siempre nos han manifestado que continuáramos trabajando con confianza que ellos iban a seguir con el club y que no harían nada que fuera en perjuicio de la entidad. Y que todos sus planteamientos de futuro irían en la línea de asegurar su supervivencia y su vida.
Por último. ¿Con qué espina clavada te marchas de la presidencia?
–No haber conseguido traer más gente a la cancha. Este es un asunto que nos ha preocupado siempre y es un asunto que no hemos conseguido resolver. Espero que con todos los pasos que se están dando desde hace ya un año ésto también cambie y tengamos una asistencia a San Pablo en correspondencia con el conocimiento que se tiene del club en toda Sevilla, donde es muy querido pero que no es correspondido en la cancha.