Tres goles de Pedro Rodríguez y uno de Cesc Fábregas bastaron al Barcelona para lograr una victoria muy trabajada en Vallecas (0-4) ante un Rayo que destacó por su valentía y que pudo marcar en la primera mitad por medio de Roberto Trashorras, que falló un penalti.
El Barcelona, que cuenta sus partidos de Liga por victorias, se plantó en Vallecas dispuesto a buscar un nuevo triunfo pero también a intentar recuperar su mejor versión futbolística basado en sus principios de juego intenso, rápido y vertical que, sin embargo, no pudo llevar a cabo.
El Rayo, lejos de arrugarse por la visita del vigente campeón, saltó al césped con un once muy renovado, en el que destacaba la presencia en el extremo izquierdo del colombiano Johan Mojica, que debutaba en el campeonato y al primer minuto comandó la primera acción de peligro del partido.
Dos minutos después, un cabezazo de Alberto Perea en el corazón del área lo sacó Víctor Valdés bajo palos, llevando la euforia a las gradas del coliseo franjirrojo.
A partir de ese instante, el Barcelona buscó la posesión, comenzó a combinar y fue acercándose con mucho peligro a la meta defendida por Rubén Martínez, que ejerció como un jugador de campo más por sus numerosas intervenciones con los pies fuera del área.
Al Barcelona, hoy con el camerunés Alex Song en la medular formando pareja con Xavi Hernández, le costó manejar los tiempos del partido y asentarse sobre el césped, en parte por la valentía que mostró el Rayo, que también buscó la posesión y no renunció a su idea de salir con el balón jugado desde atrás.
Algunos destellos de calidad del argentino Leo Messi y un par de remates de Neymar, uno que se fue desviado y otro que sacó Tito en el área pequeña cuando Rubén estaba vencido, pudieron abrir el marcador, aunque el resultado se mantuvo igualado hasta el minuto 33.
Fue entonces cuando Messi recogió un balón en línea de tres cuartos, se zafó de sus defensores y pasó a la derecha para que Pedro, con la zurda, ajustara el balón al palo cambiado de Rubén.
La alegría parecía que le iba a durar poco al Barcelona, puesto que el colegiado decretó penalti, apenas cuatro minutos después, por un derribo de Adriano sobre Trashorras dentro del área. El capitán del Rayo tiró fuerte y al centro y Valdés no tuvo problema en enviar el balón a córner.
Nada más comenzar la segunda mitad, el Barcelona amplió su diferencia por medio de Pedro, quién se anticipó a su marcador para rematar a gol un centro raso de Cesc Fábregas desde la izquierda.
Ese gol terminó por desarmar al Rayo, sobre todo en el aspecto anímico, pese a que no dejó de intentarlo hasta el final. La entrada del delantero argentino Joaquín Larrivey no fue el revulsivo esperado y tanto Gerard Piqué como Javier Mascherano, los dos centrales del Barcelona, no tuvieron problema para frenar los pocos acercamientos de los locales hasta el final.
El brasileño Neymar, que quiso apuntarse a la fiesta goleadora y a punto estuvo de anotar con un disparo que se estrelló en un poste a los 66 minutos, sirvió poco después en bandeja un balón a Pedro, que solo tuvo que empujar el esférico para anotar el tercero.
El conjunto madrileño, ya con los brazos caídos, jugó los últimos minutos a merced del Barcelona, que aprovechó para redondear su goleada con un tanto de Cesc Fábregas a pase de Xavi Hernández.
La entrada de Andrés Iniesta y Cristian Tello en los compases finales aportó frescura al juego del Barcelona, que no cesó en su empeño de buscar el quinto tanto, sobre todo por medio de Leo Messi, que tuvo varias ocasiones a lo largo del partido pero no acertó a rematar entre los tres palos.