El Betis perdió por méritos propios en San Mamés. Molina adelantó al cuadro bético pero De Marcos y San José le dieron la vuelta al partido. Sara, el mejor del choque, detuvo un penalti a Beñat. Mel, muy desacertado en la dirección del equipo.
La única novedad en el once con respecto al choque ante el Granada fue la incursión de Chuli por Vadillo apostando por un cambio en el sistema. Valverde dejó fuera a Muniain e Iturraspe del equipo titular habitual por Mikel Rico e Ibai Gómez. Beñat, como se esperaba, en el campo.
Como es costumbre en San Mamés, el Athletic salió desde el primer momento con intención de imprimir un alto ritmo en el juego frente a un Betis descolocado y frío en el terreno de juego.
Un par de acercamientos del conjunto bético a la contra en las botas de Chuli no tuvieron la defición adecuada; si bien tampoco la tuvo Aduriz ya en el minuto 20 para los bilbaínos tras un error en la zaga verdiblanca que el delantero vasco, mano a mano con Sara, enviaba el esférico por encima del larguero de manera incomprensible.
Pese a las imprecisiones del bloque heliopolitano, a punto estuvo Matilla de hacer el primer tanto de la noche de no ser por la milagrosa parada de Iraizoz al orientado disparo desde fuera del área del medio toledano a la media hora de la primera parte.
Ni Chica ni Nacho podían evitar las embestidas locales desde ambas bandas. No obstante, la suerte volvió a caer del lado bético en el centro de Ibai que Gurpegui golpeaba en el travesaño defendido por Sara. Así se llegaba al descanso con empate sin goles.
El fútbol, tantas veces caprichoso, reservaría lo mejor para la segunda mitad convirtiendo a Sara en una pesadilla para el conjunto vasco. Al latigazo de Ibai y la respuesta del argentino, llegaría el más imposible todavía en el 58’, tras decretarse la pena máxima a favor del Athletic.
Beñat, el encargado de lanzarlo y transformarse ante su exequipo en el verdugo de los verdiblancos, se toparía con un auténtico paradón del portero de Santa Fe. Impresionante Sara que adivinó el propósito de su rival.
No contento con ello, el portero del Betis sólo cuatro minutos después se sacaría una fenomenal estirada volando hasta la misma escuadra a disparo de Susaeta.
La pelota hacía de las suyas y fue entonces, cuando se produciría la situación más inesperada de todas. La máxima de quien perdona en el deporte del balompié, se cristalizó en el centro desde el costado izquierdo de ‘Lolo' Reyes recién entrado en el campo que Jorge Molina tras un cabezazo y posterior rechace de tiro raso, ponía al Betis por delante en el marcador en el minuto 63 de partido.
Alegría que se tornaría en espejismo; pues tan sólo diez minutos más tarde, en el 73’, De Marcos hacía justicia en el luminoso culminando un cabezazo ante el que nada pudo hacer esta vez Sara aunque estuvo muy cerca de hacerlo.
No acabaría ahí la cosa. Ibai, muy activo toda la noche, serviría desde banda derecha un medido balón que San José picaría al fondo de las mallas con la testa el segundo y la consiguiente merecida remontada en el 82’.
Molina tuvo el empate a cinco del final si su vaselina frente a Iraizoz no se hubiese estrellado en el poste.
Derrota verdiblanca y pésima imagen. Espera el Villareal de Marcelino el domingo.