En la era analógica, en la del papel, en la que la única pantalla que se frecuentaba era la de la televisión, la quiniela era, sin lugar a dudas, la reina de las apuestas en general y deportivas en particular. Sin embargo conforme internet se ha ido asentando en los hogares españoles un nuevo tipo de juego, más acorde a estos tiempos actuales, ha ido reemplazando de forma progresiva al tradicional 1X2.
El sueño de los españoles ya no es acertar 14 resultados o el pleno al 15. Ahora las metas son más sencillas, pero también más eficaces. Las apuestas deportivas permiten al usuario un nivel de interacción rápido y cobros instantáneos, por lo que esta nueva modalidad ha destronado a la tradicional quiniela de toda la vida, que en los últimos ocho años ha perdido un 58% de su recaudación, pasando de los 10,3 millones de euros por jornada a 4,4 o lo que es lo mismo, de 557 millones por temporada a casi la mitad, 268. Mientras, las apuestas online 2105 recaudaron 8.134 millones, nada menos que un 30,4% más que el anterior.
Apostar por internet es sencillo y los portales especializados ofrecen numerosas ventajas a la hora de facilitar el juego. Muchos sitios ofrecen facilidades como apuestas iniciales de prueba en las que sólo hay que canjear el
código del bonus para efectuar apuestas en las diferentes casas de juego online que hay en internet.
Y es que las facilidades de un juego frente a otro son más que evidentes. Para empezar, sólo hace falta un móvil o un ordenador con conexión a la red. Segundo, la variedad de este tipo de apuestas es tal que satisface a un espectro más amplio de público que el del fútbol.
Otro favor a tener en cuenta es el impuesto que el Estado se lleva de los premios superiores a los 2.500 euros en las loterías tradicionales. Además, apostar online no supone, al contrario de la quiniela, tener que esperar todo un fin de semana a los resultados de los partidos, sino que a tiempo real incluso se pueden hacer pronósticos.
Asimismo, el público que se va incorporando al mundo de las apuestas, de toda índole, es cada vez más joven, desplazando al tradicional que, con una mayor edad, opta por la quiniela mientras que las nuevas generaciones se decantan más por lo digital. El perfil más frecuente de las personas que juegan en internet son hombres de entre 26 y 35 años, con estudios universitarios y con buen nivel de ingresos.