Solo trece jugadores, seis de campo, han disputado los 1890 minutos de competición en los primeros 21 partidos de Segunda División. Ni siquiera lo han podido conseguir todos los porteros, una posición que suele ser menos dada a cambios.
Y entre los guardametas que nunca descansan está el cadista Alberto Cifuentes acompañado de René (Almería), Remiro (Huesca), Juan Carlos (Lugo), Aitor Fernández (Numancia), Alberto García (Rayo Vallecano) y Jordi Masip (Valladolid).
Más difícil suele ser que jugadores de campo no hayan sido sustituidos al menos una vez o se hayan perdido algún partido por lesión o sanción. Pese a ello, seis jugadores lo han conseguido: los defensas Laure (Alcorcón), Víctor Díaz (Granada) y Antoñito (Valladolid), y los centrocampistas Señé (Cultural Leonesa) y Fernando Seoane (Lugo) y Ramón Folch (Oviedo). Estos trece futbolistas son los únicos que ostentan el privilegio de ser insustituibles para sus técnicos, en una categoría que contabiliza 550 fichas profesionales. Pero, además de jugarlo todo, es el menos goleado.
Solo 12 veces ha recogido el balón de su portería, tres menos que Remiro. Osasuna es el tercer equipo menos goleado con 17 tantos en su contra.
Y todo porque Cifuentes parece estar viviendo una segunda juventud en Cádiz, donde demuestra una madurez propia de su veteranía, pero una agilidad y estado de forma más acordes a un canterano. La última exhibición la protagonizó ante el Granada, impotente al llegar al área del coloso cadista, insustituible y un gran ejemplo para la progresión de Rubén Yáñez.