Bartomeu realizó una serie de llamadas en la tarde-noche de este martes para informar a una serie de directivos que recelaba de ellos
El vicepresidente barcelonista Emili Rousaud, uno de los cuatro directivos junto con Quique Tombas, Silvio Elías y Josep Pont a los que el presidente Josep Maria Bartomeu habría solicitado su dimisión, aseguró este miércoles que no piensa hacerlo y criticó "el modelo presidencialista" en el que se ha instalado el máximo dirigente azulgrana.
Bartomeu realizó una serie de llamadas en la tarde-noche de este martes para informar a una serie de directivos que recelaba de ellos y que pensaba degradarlos de su cargo, ya que en ningún caso puede destituirlos por una cuestión estatutaria.
Rousaud, considerado como el candidato continuista para las elecciones del verano de 2021, confirmó en declaraciones a la cadena SER y a TV3 el contenido de la conversación.
"Consideraba Bartomeu que había filtraciones y que había criticado a los ejecutivos del club", dijo el vicepresidente, quien calificó estas razones "de poco peso" y además criticó las formas utilizadas por el presidente, que le comunicó su decisión "en un periodo de confinamiento", mediante una llamada telefónica y cuando acababa de llegar a su casa de la oficina enfundado con mascarilla y guantes.
El vicepresidente azulgrana admitió que existe "una queja general" en la junta porque se está produciendo "una deriva" muy presidencialista y es "una lástima" porque se pierde riqueza.
"Tienes una junta con gente de prestigio como Enric Tomvas, Sílvio Elías o Josep Pont y que son los que parece que el presidente no quiere que continúen. Cuando tenemos retos económicos importantes, tal vez no es la mejor decisión", afirmó.
Tiene claro Rousaud que Bartomeu no cree en la idea de una junta colegiada. "Este no es el modelo que marcan los estatutos, es un modelo presidencialista", comentó el vicepresidente, quien desveló que el presidente del Barça en las últimas elecciones propuso a todos los directivos firmar un documento por el cual podría decidir sobre el futuro de todos ellos.
También informó de que en la última reunión presencial de la junta directiva, no encabezó ningún motín contra el presidente. "No es cierto que le pidiera que diera un paso al lado. Hubo un debate entre diversos directivos sobre la conveniencia o no de adelantar las elecciones. No es lo mismo eso que pedir que el presidente diera un paso al lado, eso no se le pidió", insistió.
En todo caso, Rousaud admitió que el origen del conflicto emana del caso "Barçagate", cuando trascendió que la directiva encargó a la empresa I3Ventures para realizar trabajos en las redes sociales contra jugadores, exjugadores y miembros del entorno barcelonista.
A raíz de ese caso, fue apartado de su cargo Jaume Masferrer, el director del área del presidente, y se encargó una auditoría externa, cuyo resultado se desconoce.
"Bartomeu encargó una auditoría que debe ser revisada en la Comisión Delegada, en la que estamos los vicepresidentes, y puede ser que no quería que estuviésemos en esa presentación. Nos degrada porque se veía venir que no íbamos a comulgar (con los resultados)", dijo el vicepresidente.
En cuanto a Jaume Masferrer, Rousaud tiene la percepción de que sigue trabajando en el club. "Bartomeu nos dijo que estaba suspendido de empleo y sueldo, pero no sé sí es así. Masferrer sigue llamando a directivos. Lo hizo ayer, lo que es curioso. Da la sensación de que aún está asesorando detrás de las cortinas" argumentó.
Preguntado sobre su intención de presentarse a las elecciones inicialmente previstas para el verano de 2021, el vicepresidente azulgrana dijo que antes de tomar una decisión quería "ver el panorama", porque considera que "una candidatura continuista de una junta sin credibilidad no tiene futuro".