Con un hospital muy peculiar y recetas para aquellos que no son carnavaleros se presentaron las comparsistas sevillanas, que firmaron una actuación de menos a más en un repertorio que comenzó algo chillado, quizás por los nervios, pero que conforme avanzó la interpretación fue mejorando.
El primer pasodoble, desde el prisma de la mujer, fue para Ortega Smith; el segundo, para el acoso escolar.
Los cuplés, en cambio, rebajaron el nivel: para una cita de First Dates y para los ‘influencers’. Aun así, el popurrí dejó claro que deben seguir mejorando.