Lo siento, pero mi paciencia ha sobrepasado el límite; la gotita de agua ha desbordado la piscina, y desde ya no me permito el insulto a la inteligencia de oír o leer argumentos a favor del partido que, hasta hoy, sigue al volante de este país, en dirección contraria, sin carnet y dopado.
Me resultan preocupantes las declaraciones de miembros del PP, a los que parece que se les haya dado la vuelta el aparato digestivo, y lo que antes era la entrada se ha convertido en la vía de salida. Insisten en que ningún miembro de la dirección nacional ha sido imputado, como si Luis el Fuerte fuera el conserje de Génova 13, como si no fuera importante el hecho de que de los asistentes a la boda de la hija de Aznar quede sin imputar un camarero. Como si el hecho de que te condenen a título lucrativo fuera lo mismo que una multa del SARE.
El peligro más grave que corre este país no es el procés, ni el pisito de Iglesias. Lo más peligroso es este tumor que le ha salido a nuestra democracia, un tumor maligno que devora las arcas, las libertades, la sanidad, la educación. Un tumor revestido de patriotismo barato, de o nosotros o el caos, de miedo y oscuridad, de naftalina y NODO.
Espero que todos se pongan de acuerdo, aunque ya empiezan a aparecer las primeras tiranteces. Ciudadanos exige lo que sabe que no puede cumplirse, a no ser que no se hayan leído la Constitución y estén esperando a que salga la película. Les pierde el ansia por llegar al poder, porque ya se sabe que con las naranjas hay que darse prisa, antes de que pierdan las vitaminas, Ellos ven sólo españoles, no ven mangantes, ni chorizos, ni corruptos. Ni siquiera ven a Pedro Sánchez, aunque eso sea porque lleva demasiado tiempo haciéndose el sueco. Irónicamente, los peligrosos nacionalistas están más preocupados por liberarnos de esta penitencia del karma que los aplaudidores de Marta Sánchez.
No, Sr. Rajoy, la moción de censura no es contra los españoles, porque ustedes no son España. No nos pueden representar quienes ponen su empeño en poner el pie en el cuello a aquellos que se afanan cada día en levantar este país. Aunque a lo mejor no queréis que lo levantemos, no vayas a estar debajo los maletines de Bárcenas.
