En las últimas 24 horas, tres mujeres han sido asesinadas por violencias machistas. En el fin de semana, cinco mujeres perdieron la vida a manos de sus agresores. Este año, ya son 58 las mujeres asesinadas por violencia de género. Estas cifras demuestran contundentemente que la violencia de género sigue teniendo rostro de mujer.
Con la llegada del verano, las cifras de violencia de género se disparan. Las estadísticas muestran que, en épocas de pandemia y vacaciones, las víctimas se ven obligadas a convivir más tiempo con sus agresores, quedando aún más vulnerables. A pesar de esta alarmante situación, nuestro consistorio continúa invisibilizando esta problemática social. Desde su toma de posesión, han eliminado los minutos de silencio por las víctimas, las manifestaciones institucionales del 8 de marzo y han precarizado aún más el área de igualdad.
La violencia de género es una problemática social de gran magnitud que afecta a mujeres de todas las edades, culturas y niveles socioeconómicos. Visibilizar y trabajar en su erradicación desde los ayuntamientos es crucial. Los ayuntamientos, como la administración más cercana a la ciudadanía, tienen un conocimiento directo y detallado de las problemáticas específicas de su comunidad, incluyendo los casos de violencia de género. Esta cercanía facilita la detección temprana de situaciones de riesgo y permite una intervención más rápida y eficaz.
Los ayuntamientos juegan un papel fundamental en la sensibilización y educación de la población sobre la violencia de género. Pueden implementar campañas de concienciación, talleres y programas educativos en colegios, institutos y centros comunitarios. Estas actividades no solo informan y educan, sino que también ayudan a cambiar las actitudes y comportamientos que perpetúan la violencia de género. Al visibilizar la violencia de género, los ayuntamientos pueden desarrollar e implementar políticas públicas adaptadas a las necesidades y características específicas de su comunidad. Estas políticas pueden incluir medidas preventivas, de protección y de promoción de la igualdad de género.
Trabajar en la erradicación de la violencia de género también implica promover la igualdad de género en todos los ámbitos de la vida pública. Los ayuntamientos tienen la responsabilidad de liderar este cambio a través de sus propias prácticas y políticas internas, sirviendo como modelo y referencia para la sociedad.
En conclusión, la visibilización y erradicación de la violencia de género en los ayuntamientos no solo es una cuestión de justicia y derechos humanos, sino también de bienestar y cohesión social. Por ello, exigimos a nuestro ayuntamiento que se implique en la erradicación de esta violencia y no la invisibilice más. Porque si nos tocan a una, respondemos todas.
