Una vez más lo han intentado y, una vez más, no lo han conseguido. La manía de cierta izquierda contra la educación concertada es ya una patología que deberían mirarse y estudiarse y que desde ciertos campos de la ciencia debería analizarse en profundidad.
Aunque, en realidad, esa misma cierta izquierda no tiene ningún problema con la educación concertada sino que la usan como arma ideológica para intentar imponer una senda que, para nada, tiene que ver con la educación que reciben nuestros hijos.
Una vez más, cierta izquierda ha intentado separar a los niños entre buenos (los que están matriculados en un centro de titularidad de la administración) y malos (los que están matriculados en un centro de titularidad privada) aunque ambos casos sean la misma educación pública.
Cuando un padre o una madre o ambos van a matricular a su hijo en el sistema público de educación, en ningún momento el sistema hace distinción alguna entre tipos de colegios; todo lo contrario: mismos plazos, mismos puntos, mismos baremos, mismas opciones, mismos temarios, mismas asignaturas… no hay diferencia alguna entre un colegio u otro porque todos pertenecen al sistema público de educación con la única diferencia de que unos corre la administración (o las administraciones) con todos los gastos y otros la administración aporta una cantidad por alumno y el sueldo de cierto personal, mientras todo lo demás corre a cargo de la titularidad del centro. ¿Acaso unos niños tienen más derechos que otros por estar en colegios distintos dentro de un mismo sistema de educación pública?
Por qué entonces el Gobierno de PSOE y Podemos decide que los niños matriculados en determinados centros de la red pública de educación no tienen derecho a recibir del dinero público ayudas para la contención y prevención del COVID?
La manía de cierta izquierda con la concertada es patológica, pero no deja de ser una mera excusa ideológica. ¿O acaso son capaces de eliminar los conciertos y garantizar a todos los niños una educación universal, pública y gratuita? Saben que no. ¿O acaso no lleva siendo la concertada el pilar que sostiene que el Estado pueda ofrecer una educación de calidad, universal y gratuita a todos los niños?
Señores del Gobierno, son niños, y los niños tienen todos los mismos derechos. Igual que también tienen los mismos derechos todos los docentes, ya le paguen unos u otros. Salven vidas, las de todos, que luego ustedes bien que acuden a la sanidad concertada para curarse del virus.
