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España

Customiza y ¡olé!

Una joven sevillana recicla trajes de flamenca para ?tunear? otras prendas y hace un pase de modelos con sus amigos

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  • Los 'modelos' con los diseños -
Con un viejo vestido de flamenca, de esos que las estudiantes Erasmus compran en el Jueves de la calle Feria, Iris Durán es capaz de “tunear”, como ella misma lo define, diez camisetas, cinco faldas y hacer unas cortinas. Esta sevillana de 29 años y que estudió Filosofía, ha convertido la customización, o personalización, de ropa con motivos flamencos en su gran pasión. Iris tiene la capacidad de coger una aburrida camiseta, “de de la s baratillas” y convertirla en una divertida prenda con un volante o un bolsillo de lunares.

Fue este invierno, animada por algunos de sus amigos, cuando comenzó a tomarse más en serio lo de customizar ropa con motivos flamencos. “Lo hago por vocación, siempre he necesitado expresarme de alguna forma, como con la pintura, y ahora lo hago cosiendo”, explica la diseñadora, para la que la filosofía del bajo coste es clave. Su materia prima son los vestidos de flamenca, que exprime y reutiliza al máximo.

La pasada semana organizó, junto al bar Capote, en la orilla del Guadalquivir, su primer desfile de modelos.De pasarela sirvió una cuerda de equilibrio, por la que desfilaron los modelos. Por su puesto no eran profesionales, eran sus sus amigos, que han sido también sus primeros clientes. En el próximo festival Etnosur, en Alcalá la Real (Jaén), espera dar salida a su primera colección, a la que ha llamado No estamos cuerdos.

Comenzó haciendo bolsos, pero ahora también se atreve con faldas. También con camisetas, tanto para chica como para chico, en el que nunca faltan los lunares y los volantes. Explica que ha sido más o menos autodidacta en esto del corte y la confección, aunque también ha recibido la ayuda de su tía Juani.

Hace unos meses le regalaron su primera máquina de coser, con la que ha dado un salto, tanto en calidad como en cantidad, en sus diseños. También se atreve con los complementos y los pendientes forman parte ya de su muestrario. Por el momento Iris no tiene en mente ni un plan de expansión ni de empresa. Ni si quiera usa internet para dar a conocer sus productos. “Yo estoy en la calle, en contacto con la gente”, explica mientras ya piensa qué hacer son el último vestido que ha conseguido.

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