El portavoz de la plataforma promonumento, Francisco Valderrama, ha indicado a Europa Press que las posibles dificultades devienen de su cercanía a un Bien de Interés Cultural (BIC), dado que la Delegación Provincial de Cultura defiende, en este sentido, su potestad decisoria en un radio de 50 metros de éstos.
No obstante, y tras una reunión mantenida este lunes entre la plataforma y la concejal responsable de Cultura, la popular María del Mar Sánchez Estrella, el Consistorio ha anunciado un encuentro en los próximos días, ya con representantes de Urbanismo, en los cuales se dilucidará la viabilidad técnica del lugar propuesto por el colectivo.
En el caso de que éste no sea posible, "se comprometen a que de esa reunión no saldrá sólo un 'sí' o un 'no', sino ya la ubicación definitiva", ha explicado Valderrama, que, en todo caso, se ha congratulado a que "por fin, y después de cinco años, vayamos a tener una respuesta definitiva al respecto", subrayando la "buena" predisposición del Ayuntamiento y su actitud "dialogante".
La efigie, que ha estado expuesta durante un determinado periodo de tiempo en instalaciones de Cajasol, reposa ahora en la Catedral gracias al ofrecimiento del Arzobispado de acoger la imagen hasta que se retomaran las conversaciones.
"Debe estar en un sitio público y en altura, para cuya visión es tal y como fue concebido", ha indicado el portavoz de los promotores, congratulándose de que "las posturas estén mucho más cercanas que hace un tiempo". Y es que, para Valderrama, la idea es "clarísima" por parte de los promotores, señalando que en todo caso el monumento debería ir situado en los alrededores del conjunto catedralicio o, todo lo más, en el casco histórico.
Recientemente, el alcalde de la ciudad, Juan Ignacio Zoido (PP), aseguró que consensuaría con el Arzobispado y con la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía una ubicación "digna" para el monumento. Con respecto a la posibilidad de ubicarlo junto a la Catedral, aclaró que "hay muchos sitios dignos", concluyendo que "la última palabra la tiene el Ayuntamiento pero no quiere imponer nada, el Ayuntamiento quiere establecer una política de dialogo para, entre todos, buscar el sitio digno que merece tener una obra de estas características y de la personalidad a la que se quiere dignificar con ella".