"Sin una ayuda adecuada no es posible salir de la calle", ha subrayado Miguel Ángel, un gaditano de 40 años que trabajaba en "el mundo del transporte", se quedó sin empleo y sin ayudas y hoy se siente afortunado de vivir en un centro de acogida de Cáritas y de ser el responsable de leer el manifiesto del Día de las Personas sin Hogar.
Con sus caras ocultas por caretas blancas y enarbolando carteles elaborados con papel de periódico, más de 200 personas se han reunido hoy en la Plaza de la Ópera de Madrid para denunciar su situación y las dificultades que encuentran para realizar trámites básicos como empadronarse.
Sin empadronamiento, no hay acceso a la formación laboral, a las ofertas de empleo, no hay posibilidad de votar y tampoco es posible acceder a una tarjeta sanitaria, lo que "en una calle que mata es una limitación tremenda" ha leído Miguel Ángel.
"Los servicios sociales deberían ser más eficaces y tener más medios" que garanticen no sólo plazas suficientes en los centros de acogida, sino ayudas a la educación, la salud y la búsqueda de trabajo, porque "sin una ayuda integral y de largo plazo es imposible salir adelante", ha resumido la responsable nacional del programa de Personas sin Hogar de Cáritas, Sonia Olea.
Cáritas, la Federación de Entidades de Apoyo a las Personas Sin Hogar (FACIAM) y otras organizaciones de apoyo a este colectivo que han organizado esta protesta en Madrid y otras muchas ciudades de España han denunciado que en los últimos años "nada ha cambiado, si cabe la situación se ha agravado por la crisis".
"La caída hasta la calle es un tobogán y cada vez hay más gente sentada y a punto de caer", ha asegurado la presidenta de FACIAM, Rosalía Portela, quien calcula que actualmente hay unas 30.000 personas viviendo en la calle en España "y muchas más en situación muy precaria".
Portela ha explicado que los únicos datos oficiales corresponden a una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística en 2004 que reveló que había entre 26.000 y 30.000 personas sin hogar.
También se sabe que en 2011 hay unas 13.700 personas en centros de acogida, un 15 por ciento más que el año pasado, y que Cáritas ha atendido a 500.000 personas más en "situación de emergencia".
"La situación no hace sino agravarse. Cada vez hay más gente sin trabajo y sin ayudas que busca refugio en hogares de familiares y amigos; cada vez hay más hacinamiento y más 'pisos patera', que ya no son solo de inmigrantes", ha advertido Olea.
Preguntadas por el perfil tipo de las personas sin hogar, las organizaciones aseguran que no hay una "foto única".
En palabras de Olea, son "hombres, y cada vez más mujeres; adultos, y cada vez más jóvenes, inmigrantes, y cada vez más españoles; todos con nombre y apellido y un cúmulo de circunstancias que hunden cada vez más".
El camino hacia la calle es un proceso largo, y por tanto, el camino para la recuperación también debe serlo, argumentan las asociaciones, que reclaman, como primera medida, más facilidades para empadronarse.
"La ley permite empadronarse dando como residencia un banco o un cajero automático, pero luego te exigen un montón de documentos imposibles de conseguir para una persona que está en la calle, y la falta de empadronamiento cierra muchísimas puertas", ha denunciado Portela.
Por eso, las asociaciones reclaman más medios y mejor coordinación de los servicios sociales que permita abordar todos los frentes -alimentos, hogar, trabajo, educación- de manera coordinada para prevenir la "caída a la calle".
Así, el manifiesto de las personas sin hogar concluye afirmando: "No queremos dinero ni limosnas, queremos que se nos ayude de verdad a salir de la calle".