Las escuelas de arquitectura de Sevilla, Málaga y Granada y la Politécnica Superior de Jaén participarán en la competición Solar Decathlon Europe, que se celebrará en Madrid en 2012, con el proyecto Patio 2.12 que se fundamenta en un "efecto botijo" y en otros elementos tradicionales del Mediterráneo para conseguir la autorregulación de la temperatura de las diferentes estancias.
Para mantener una adecuada aclimatación en las habitaciones, los profesores y estudiantes han simulado el efecto de un botijo en cada cuarto consistente en recubrir la pared exterior con una cámara de aire con cerámica y que tiene unos canales en su interior que produce un riego por goteo.
"La cerámica cuando se humedece y transpira enfría mucho la fachada, haciendo el mismo efecto que un botijo. En invierno, ese cerramiento cerámico acumula calor en la cámara de aire y se detiene el sistema de riego, lo que permite el mantenimiento de la temperatura", ha especificado el arquitecto.
Este prototipo de vivienda de estilo mediterráneo es el que presentarán en septiembre del próximo año los cuatros centros universitarios, que participan conjuntamente bajo el nombre de "Andalucía Team", en la competición de ámbito internacional para medir sus proyectos de construcción sostenible.
La casa se compone de varios módulos dispuestos alrededor de un patio que para autorregular su temperatura está techado con una capa de vidrio y con otra que simulan hojas de parra artificiales, de forma que ambas se combinan para dejar pasar la luz, ventilar la zona o guardar el calor, ha sostenido el gestor.
En esta línea, el agua que utiliza el sistema de riego, que simula la técnica del botijo, procede de las que previamente han sido usadas en electrodomésticos o en el baño y que mediante una depuradora con distintas capas de plantas naturales y materiales como la arena o la grava filtran estas aguas "grises" para su posterior aprovechamiento para usos secundarios.
Por otra parte, Morillo-Velarde ha precisado a Efe que los techos de cada módulo poseen placas solares inclinadas que generan el triple de energía de lo que necesita una familia media, lo que le permitiría ser "autosuficiente" y ha aclarado que esta sobreproducción se almacenará en baterías para disponer también de energía en los momentos del día con menos sol.
Estas medidas encaminadas a que el derroche energético sea el menor posible se completan con un "sistema domótico" que controla la aclimatación de cada módulo y del patio e, incluso, aconseja "el momento óptimo para lavar la ropa o usar el horno en función de la demanda de energía", ha destacado el arquitecto.
Las universidades que han diseñado Patio 2.12 pretenden que la investigación en este tipo de construcciones cuenten con el apoyo de empresas para que este modelo de vivienda sostenible pueda aplicarse a la vida real.