"Estamos viendo bombardeos indiscriminados contra barrios, la utilización de hospitales como centros de torturas, homicidios y abusos contra niños"
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, ha advertido este jueves de que la falta de un acuerdo en el Consejo de Seguridad "no da licencia" al Gobierno de Siria para "seguir atacando a su propio pueblo" y ha denunciado que en el país árabe se están cometiendo posibles "crímenes contra la Humanidad".
"Estamos viendo bombardeos indiscriminados contra barrios, la utilización de hospitales como centros de torturas, homicidios y abusos contra niños de solo diez años de edad, estamos asistiendo casi con seguridad a crímenes contra la Humanidad", declaró ante la prensa tras reunirse en Viena con el presidente de Austria, Heinz Fischer.
Ban explicó que se ha informado sobre el propósito del presidente sirio, Bashar al Assad, de celebrar un referéndum constitucional el próximo 26 de febrero y elecciones multipartidistas en los 90 días posteriores, pero advirtió de que, "en estos momentos, lo importante es que las autoridades sirias dejen de matar a su propio pueblo y pongan fin a la violencia".
"Se debe poner fin a la violencia procedente de todas las partes, tanto de las fuerzas nacionales de seguridad como de las fuerzas de la oposición", aseveró Ban, quien se encuentra en Viena para inaugurar la conferencia internacional sobre narcotráfico en Afganistán.
CONSEJO DE SEGURIDAD
El secretario general anunció también que se reunirá este mismo jueves en Viena con los ministros de Asuntos Exteriores de Rusia y Francia para hablar sobre el estancamiento del tema de Siria en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Asimismo, calificó de "lamentable" que el máximo órgano de decisión de Naciones Unidas no haya sido capaz todavía de aprobar una resolución y advirtió de que la falta de acuerdo en el Consejo de Seguridad "no da licencia al Gobierno para seguir atacando a su pueblo".
"Cuanto más prolonguemos el debate, más muertos habrá", añadió Ban Ki Moon, quien denunció que miles de personas han muerto, 25.000 personas han huido del país y alrededor de 70.000 están desplazadas dentro de Siria a causa de la represión, unas cifras que, advirtió, aumentan cada día.