Han reclamado que se abra la fosa común del cementerio de la capital onubense, donde, presuntamente, se encuentran los cuerpos de los bebés
Los familiares de niños presuntamente robados a sus padres nada más nacer en distintos puntos de la provincia de Huelva han reclamado que se abra la fosa común del cementerio de la capital onubense, donde, presuntamente, se encuentran los cuerpos de los bebés.
Así lo ha explicado a Efe la presidenta de la Asociación SOS Bebés Robados Huelva, Esperanza Ornedo, que ha señalado que los integrantes de este colectivo están a la espera "de la noticia de que nos permiten abrir la fosa común, para que podamos saber la verdad".
"Queremos que se abra la fosa y se aclare esto, porque por nuestra documentación y por lo que tenemos investigado, sabemos que estos niños no están enterrados ahí, de forma que queremos que se abra la fosa y sepamos qué niños están ahí, porque está claro que es verdad que algunos murieron, pero no todos", ha dicho.
Ornedo ha indicado que en los últimos meses se han unido a su causa varias familias onubenses, hasta ochenta, que han formado la asociación después de empezar ella misma con esta lucha en busca de su hermana.
La asociación ha podido reunir ochenta denuncias de casos de robos de niños entre los años 1949 y 1990, en los que se da la coincidencia de ser hijos de familias a las que comunicaron su fallecimiento nada más nacer, y que recibían el ofrecimiento de los médicos para ser enterrados: "Siempre coincidía que los niños eran envueltos en paquetes y no se les mostraban a sus padres".
Ornedo asegura que la Fiscalía de Huelva ha encontrado indicios de delito en seis casos de presuntos bebés robados en distintas fechas denunciados por familias de la provincia, y ha destacado que las denuncias presentadas en la provincia están repartidas entre la propia Fiscalía y los grupos de investigación.
La presidenta de la Asociación ha relatado que ella misma investiga qué pasó con su hermana, nacida en 1968 y que nada más nacer "una enfermera se la llevó a un cuarto y horas más tarde un hombre le dijo a mi madre que mi hermana había muerto, pero no le dejaron ver a la niña, ni que mi padre la enterrase con el seguro de decesos que él tenía, y sólo le dijeron que el hospital se encargaría de enterrarla".