El Rey ha defendido este viernes la necesidad de renovar las Cumbres Iberoamericanas --que pasarán a ser bienales-- para que se adapten "mejor a la realidad internacional" y tengan "más eficacia".
Así se ha expresado en un mensaje de vídeo grabado en el Palacio de la Zarzuela y que se ha emitido en la ceremonia de apertura de la XXIII Cumbre Iberoamericana de Panamá, que bate récord de ausencias (faltan 12 mandatarios) y que no cuenta con ningún dirigente de izquierdas entre los jefes de Estado y de Gobierno participantes.
El mensaje del Rey se grabó esta semana en el Palacio de la Zarzuela. El jefe del Estado aparece sentado detrás de la mesa de su despacho y aparece bastante más delgado que antes de su última operación de cadera.
Don Juan Carlos ha confiando en poder estar presente en la próxima cumbre en Veracruz (México) en 2014 y ha comenzado su saludo a sus colegas iberoamericanos bromeando sobre su reciente operación de cadera. "Como sabéis, he tenido que pasar por el taller recientemente", afirma y explica que esta circunstancia le hace "imposible" estar presente en Panamá, por vez primera en la historia de estas reuniones, que comenzaron en 1991.
"Pero, aprovechando que hoy no hay prácticamente fronteras para las comunicaciones, he querido estar presente en la distancia y enviaros a todos un mensaje lleno de afecto. Gracias, de corazón, por los deseos de recuperación que me habéis hecho llegar", ha dicho, primero en español y después en portugués.
Don Juan Carlos subraya que esta XXIII Cumbre Iberoamericana "reúne circunstancias muy relevantes para el desarrollo y el fortalecimiento de la Conferencia Iberoamericana". "Se trata de la Cumbre de la renovación que permitirá, por un lado, adaptar mejor nuestras reuniones a la realidad internacional actual. Y, por otro, adecuar la Secretaría General Iberoamericana para que cumpla, con más eficacia, sus cometidos reforzados en el ámbito de la cultura y la cooperación", ha indicado.
En esta cita, los líderes iberoamericanos están llamados a decidir que, a partir del próximo año, estas cumbres pasen a celebrarse una vez cada dos años, alternándose con las cumbres entre la UE con América Latina y el Caribe.
También deben aprobar la sugerencia del grupo de reflexión sobre el futuro de las cumbres que presidió el expresidente chileno Ricardo Lagos de reforzar la SEGIB, integrando en su estructura el resto de organizaciones iberoamericanas. El 'informe Lagos' también propone modificar el reparto actual de cuotas a la SEGIB, financiada en la actualidad en un 60% por España, un 10 por ciento por Portugal y el resto por los países latinoamericanos.
Sugiere pasar a una proporción de 60/40. Esto es, que España aporte el 55%, Portugal y Andorra un 5 por ciento y los países latinoamericanos el 40 por ciento, a repartir en función de la escala de cuotas de la ONU. A medio plazo se debería ir a una proporción de 50/50 entre las cuotas que aportan América Latina, por un lado, y los países europeos por otro.
En su mensaje, el Rey señala que España, que en esta cumbre está representada por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, "entiende que la renovación" de la conferencia "es necesaria para atender mejor" a la Comunidad Iberoamericana de Naciones.
Tras dar la "enhorabuena" al presidente panameño, Ricardo Martinelli, por la organización de la cumbre, el Rey ha agradecido al secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, que en enero termina su mandato, su trabajo al frente de la SEGIB en los últimos ocho años.
En la inauguración de la cumbre también ha hablado Rajoy, que ha considerado que el Rey, como único jefe de Estado que ha estado en todas las Cumbres -con la excepción de ésta-- "representa el pensamiento y el esfuerzo de todos nuestros predecesores".
Ante una cumbre que ha batido récord de ausencias (faltan 12 mandatarios), Rajoy ha puesto en valor el trabajo previo a estas reuniones, precedidas de otros encuentros de representantes de los Gobiernos. "No se trata sólo de meras Cumbres, sino también de numerosas reuniones ministeriales preparatorias y de otras de carácter privado, que aportan un contenido y una proyección a la Comunidad Iberoamericana que va mucho más allá de un mero encuentro anual", ha indicado.
Además del récord de ausencias, en la cita de Panamá no hay ningún mandatario de izquierdas. Rajoy, en cambio, ha querido lanzar el mensaje de que "en la conferencia iberoamericana cabemos todos". "No puede ser de otra manera", ha apostillado.
A juicio del jefe del Ejecutivo, estas cumbres "son una ocasión para la reflexión sobre lo que somos y sobre lo que podemos hacer juntos en la escena internacional y en beneficio de nuestros ciudadanos".
Rajoy ha defendido que la cumbre de Panamá sea recordada como la "cumbre de la reforma" pues tras 22 años de encuentros y de funcionamiento, hace falta un "nuevo impulso" de renovación para que este foro se adapte a los cambios producidos en los países miembros y en la escena internacional.
En el acto ha hablado el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, que se ha referido al Rey como un "factor fundamental" para que estas cumbres hayan funcionado durante 22 años.