La Defensora del Pueblo ha acudido al juicio en la Audiencia Nacional contra el exjefe militar de ETA Javier Arizcuren Ruiz, 'Kantauri' por ordenar el asesinato en enero de 1998 del segundo teniente de alcalde y portavoz del PP en el Ayuntamiento de Sevilla, Alberto Jiménez Becerril, y su esposa, Ascensión García Ortiz.
"No quiero olvidar ni que la ciudad de Sevilla les olvide", ha asegurado la Defensora, alcaldesa de la ciudad en el momento en que se produjo el atentado que acabó con la vida del matrimonio y dejó huérfanos a tres menores de entre tres y nueve años.
Becerril ha indicado que ha querido "ver y escuchar" lo declarado durante el juicio, al que han acudido los tres integrantes del comando 'Andalucía' condenados por la autoría material del doble asesinato. "He querido tener un recuerdo y un homenaje no solo para las víctimas compañeras mías sino para todas las víctimas del terrorismo y sus familias que sufrirán y sufren tantísimo", ha indicado Becerril en declaraciones a los medios a su salida de la sede de la Audiencia Nacional en la localidad de San Fernando de Henares (Madrid).
La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional juzga hoy a José Javier Arizcuren Ruiz, 'Kantauri', por ordenar como jefe militar de ETA el asesinato. El fiscal Daniel Campos pide en su contra 60 años de prisión por la comisión de dos asesinatos terroristas y un millón de euros de indemnización para los tres hijos de la pareja, que quedaron huérfanos.
Considera que 'Kantauri' ejercía desde 1994 la dirección de los comandos de la banda terrorista y, entre ellos, el 'Andalucía' que integraban Mikel Azurmendi, José Luis Barrios y Maite Pedrosa, autores materiales de los disparos que acabaron con la vida del matrimonio.
Según el escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Público, estos tres etarras, en cumplimiento de las órdenes de 'Kantauri', planearon desde septiembre de 1997 atentados contra varios concejales andaluces.
La madrugada del 30 de enero de 1998, Azurmendi y Barrios localizaron a Jiménez Becerril y Ascensión García a la salida de un bar y les siguieron por las calles de Sevilla. Se acercaron a ellos por la espalda y Azurmendi disparó a la nuca del concejal. Cuando su mujer acudió a atenderle, Barrios la disparó también. Los dos murieron en el acto.