Mire usted por dónde Zapatero, que dicen sus cercanos que cree tener grandes connotaciones, concomitancias y afinidades personales con Obama –desde la fecha de nacimiento hasta las similitudes familiares o incluso los estudios de Derecho, “al margen de compartir muchas ideas”–, va a tener un nuevo interlocutor en la Casa Blanca. De hecho, va a tener un interlocutor en la Casa Blanca, que es algo que ahora no existía. Me dicen que la diplomacia española se ha lanzado a multiplicar sus esfuerzos para que el mismísimo presidente electo convenza al presidente saliente de que España ha de estar representada en la cumbre del 15-n en Washington. Y esto, solamente para empezar...
Por tanto, sí, es posible que Zapatero, sin presentarse a las elecciones, haya ganado en los EEUU. Pero también habremos ganado usted, y yo, y todos. Así que, por favor, confío en que ningún socialista tenga la tentación de incorporar a Obama a sus siglas, como si los votos del demócrata llevasen impreso el puño y la rosa.
Porque quien ha ganado en las urnas ha sido el Partido Demócrata de Barack Obama, no el Partido Socialista Obrero Español de Zapatero, ni el Partido Popular de Rajoy, ni ningún otro del espectro nacional, que mejor harían todos preguntándose por qué, excepto super-Carme Chacón, super-Rubalcaba y super-Teresa, no aprueban en el aprecio del electorado, según la última encuesta del CIS.