El secretario general y portavoz de C's, Matías Alonso, ha dado este lunes el visto bueno de su partido a una reforma de la Constitución que potencie un proyecto común e integrador para España y que se elabore en el Congreso, que es "donde toca".
"Necesitamos un proyecto de España todavía más integrador", ha dicho en rueda de prensa, ya que el cambio constitucional es posible y hay vías para hacerlo, por lo que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, también puede plantear una reforma en este sentido.
"Le pedimos a Mas que presente su proyecto político para España. En lugar de seguir dividiendo, que haga propuestas de futuro" para el conjunto de los ciudadanos, ha incidido, dado que el Parlamento catalán es soberano para presentar en el Congreso otra idea de Estado.
Preguntado específicamente por la idea del líder del PSOE, Alfredo Pérez-Rubalcaba, de inspirarse en el modelo federal alemán, Alonso ha respondido que "quizás sí" sería posible en España, aunque habría que hablarlo en el Congreso, donde reside la soberanía nacional y el lugar lógico para abordarlo.
Para él, "los territorios no son más que una circunscripción geográfica", y, aunque España es casi un modelo federal sin tener el nombre, es posible llegar a un consenso renovador siempre que no se impulsen trágalas como la consulta, según ha dicho.
CRÍTICAS A MAS
Ha criticado también la "farsa" de Mas, que ve condenada al fracaso, y augura que aún habrá nuevos capítulos en los próximos meses para mantener lo que Alonso considera un engaño que intenta distraer a la gente.
"Su barco a Ítaca ha embarrancado", su proyecto personal está muerto y lo único que le queda es su incapacidad para gobernar y su voluntad de seguir avivando el conflicto, ante lo cual ha recordado la posibilidad de construir otras mayorías y, con ello, su petición de que Mas convoque elecciones lo antes posible.
"Las apuestas por dividir a la sociedad no tienen futuro, ni en Cataluña ni en España", pero tampoco en Québec ni Escocia, ha afirmado, y cree que persistir en el error lleva al riesgo de confrontación, que puede ser violento aunque no suponga un uso evidente de la fuerza, ha dicho.
