La tasa de riesgo de pobreza o exclusión social en España volvió a aumentar el año pasado consolidando así la tendencia ascendente de los últimos años, hasta alcanzar al 27,3 por ciento de la población, un 2,6 por ciento más que en 2009, según la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística (INE) difundida este martes.
La tasa se calcula siguiendo el indicador europeo AROPE, que combina distintas variables que van desde los ingresos o la intensidad en el empleo hasta la capacidad de los hogares para afrontar determinados gastos, como mantener caldeada la casa en invierno o pagar a tiempo los recibos.
Según el desglose del INE, de ese 27,3 por ciento de la población en riesgo, el 20,4 por ciento está directamente en riesgo de pobreza, el 6,2 por ciento se encuentra en una situación de privación material severa y el 15,7 por ciento está afectada por baja intensidad en el empleo.
Por colectivos, repunta la pobreza infantil, que afecta ya al 31,9% de los menores de 16 años. En 2010 la tasa alcanzó su punto álgido con un 32,6 por ciento y comenzó a bajar durante los dos años siguientes hasta quedarse en un 31,4 por ciento en 2012, cinco décimas menos que en el año posterior.
También crece el riesgo en la población comprendida entre 16 y 64 años de edad, pasando del 29 al 29,5 por ciento en un año. La tasa para este colectivo era del 23 por ciento en el año 2009, siendo así el que ha expertimentado un mayor aumento durante el último lustro en España.
Por contra, desciende un 2% la tasa de riesgo de pobreza y exclusión social entre las personas mayores de 65 años y se queda en un 14,5% en 2013 frente al 16,5 registrado en el año anterior. En total, la tasa en los mayores ha disminuido un 10,4 por ciento entre 2009 y 2013.