Los disparos se produjeron en la base militar Liberty, situada cerca del aeropuerto de la capital iraquí.
Un primer comunicado de la Fuerza Multinacional destacada en Irak y encabezada por Estados Unidos dio cuenta de la muerte de cinco efectivos estadounidenses hacia las 14.00 hora local (11.00 GMT).
Posteriormente, el Pentágono informó desde su sitio de internet que un soldado estadounidense había sido arrestado bajo sospecha de estar vinculado con este tiroteo.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se encuentra “conmocionado” tras conocer el suceso.
El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, afirmó que el incidente representa una “tragedia terrible”.
Obama, indicó Gibbs, tenía previsto reunirse ayer mismo con el secretario de Defensa, Robert Gates, para analizar lo sucedido, dijo Gibbs, que aseguró que el presidente, que viajó a Bagdad el mes pasado, quiere saber qué es lo que ocurrió exactamente.
En una rueda de prensa en el Pentágono, Gates afirmó por su parte que el Departamento de Defensa se encuentra aún dentro del proceso de recogida de información sobre el incidente.
Si, como todo parece apuntar, el soldado abrió fuego contra sus compañeros, se trataría de un incidente “muy preocupante”, declaró el secretario de Defensa.
