El exdirector general de Deportes del Govern y medallista olímpico José Luis 'Pepote' Ballester ha manifestado, durante su declaración en el juicio que este martes se ha reanudado por el caso Nóos, que cuando trasladó al expresidente del Govern Jaume Matas que Iñaki Urdangarin le reclamaba 400.000 euros en deudas por la organización de dos foros sobre turismo y deporte en Palma, aquél eludió el asunto y le respondió: "Lo único que me interesa es ganar las elecciones del próximo domingo".
Los hechos tuvieron lugar antes y durante el mes de mayo de 2007, cuando estaban a punto de celebrarse las elecciones autonómicas de ese año. Tal y como ha relatado Ballester, Urdangarin comenzó a exigirle el pago de los fondos que quedaban pendientes en relación a la organización de la segunda edición del evento y que, según el exregatista, no habían sido abonados debido a que Nóos no había realizado todos los servicios comprometidos.
"A partir de enero de 2007, Urdangarin me llamó sucesivas veces para reclamar el dinero", ha incidido el acusado, quien respondía al marido de la Infanta Cristina que cuando los trabajos encargados por el Govern fuesen entregados, se le pagaría.
Sobre este aspecto ya fue interrogado Ballester por el juez José Castro durante la instrucción de estas pesquisas. Al respecto, el procesado recordó que Matas le dijo "déjalo estar y paga", aseverando que había recibido la orden del expresidente balear de que "a todo lo que viniese de Urdangarin le diese el visto bueno", una instrucción que recibía del exmandatario autonómico cada vez que el Duque de Palma hacía una propuesta al Govern balear.
Fue a partir de entonces, en 2007, cuando el medallista olímpico y el marido de la Infanta Cristina rompieron la relación de amistad que mantenían desde el año 1985.
Por su parte, Urdangarin negó ante el magistrado que presionase al exdirector general para que éste le abonase las cantidades pendientes, y admitió que llamó a 'Pepote' por este asunto, si bien no para exigirle el pago de los 400.000 euros, puesto que entonces él ya no presidía Nóos, sino para mediar entre su exsocio al frente del Instituto, Diego Torres, y Ballester con el objetivo de facilitar que el Govern pagase a la entidad.
El exduque manifestó que por su parte no había intención de acabar con esa relación sino que, más al contrario, posteriormente intentó de nuevo retomar el contacto con Ballester sin obtener respuesta alguna.