El fiscal general del Tribunal de Cuentas, Furio Pasqualucci, explicó durante la presentación de los resultados referentes a 2008 que el coste total de este fenómeno puede cifrarse entre los “50.000 y 60.000 millones de euros constituyendo una verdadera tasa inmoral y oculta pagada con el dinero de los ciudadanos”.
El Tribunal de Cuentas denunció además que la corrupción que afecta a la Administración Pública incide en “la imagen, la moralidad y la confianza, y constituyen un coste no cuantificable para la colectividad, que pone en riesgo, especialmente en el sur del país, las inversiones extranjeras”.
Pasqualucci señaló también que la recuperación de la evasión fiscal generaría unos ingresos de 100.000 millones, “un auténtico tesoro” que permitiría solucionar muchos problemas”.