El Pleno de investidura del socialista Pedro Sánchez ha arrancado pasadas las doce del mediodía con la lectura de la propuesta de candidato a la investidura firmada por el Rey el pasado 6 de junio tras la ronda de consultas que mantuvo con los representantes de todos los partidos del arco parlamentario.
El secretario primero de la Mesa del Congreso, Gerardo Pisarello, de En Comú, ha sido el encargado de leer la propuesta firmada por el jefe del Estado, tal y como establece el artículo 171 del Reglamento del Congreso.
Este es el primer Pleno de la legislatura en el que los parlamentarios estrenan su sitio definitivo en el hemiciclo. Desde la elecciones generales, únicamente se había celebrado la sesión constitutiva del pasado 21 de mayo, donde aún no estaban asignados los escaños y cada uno se sentó donde quiso.
Además, como en todos los grandes debates, en esta ocasión en el hemiciclo se ha tenido que hacer hueco en el Salón de Plenos a los senadores que han querido acercarse al Palacio de la Carrera de San Jerónimo para seguir el debate. Eran tantos que se ha hecho un sorteo para determinar quiénes podían ocupar las sillas situadas al efecto.
En el banco azul están sentados los miembros del Gobierno y pero en su escaño habitual no está la portavoz de Unidas Podemos, Irene Montero, una de las negociadoras del partido morado, quien ha pedido el voto telemático por su avanzado embarazo.
FAMILIARES Y PRESIDENTES AUTONÓMICOS
Asimismo, estaban abarrotadas las tribunas de invitados, desde donde escuchan a Sánchez además de su esposa, Begoña Gómez, y sus padres y su hermano, el presidente del Senado, Manuel Cruz, y la vicepresidenta primera y presidenta del PSOE, Cristina Narbona.
El nuevo presidente del Principado de Asturias, el socialista Adrián Barbón, y la presidenta de Baleares, Francina Armengol, y la expresidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, también han acudido a escuchar a Sánchez.
Por su parte, una decena de enfermos de fibrosis quística han aprovechado esta cita parlamentaria para hacerse oír con una cacerolada delante del Congreso demandando fondos para la financiación de sus medicamentos.
