La balanza por cuenta corriente, que mide los ingresos y pagos al exterior por intercambio de mercancías, servicios, rentas y transferencias, redujo su superávit en los nueve primeros meses del año hasta los 15.500 millones de euros, frente a los 17.800 millones del mismo periodo del año pasado, según los datos publicados este jueves por el Banco de España.
La evolución de la balanza por cuenta corriente en los nueve primeros meses del año se explica por el mayor déficit de la balanza de bienes y de la renta secundaria, frente al mayor superávit de la balanza de servicios y el menor déficit de la renta primaria.
En concreto, la balanza de bienes presentó un déficit de 23.200 millones de euros, por encima de los 21.600 millones de los tres primeros trimestres del año pasado, en tanto que la de servicios elevó en 300 millones su superávit, hasta los 49.500 millones de euros. Dentro de ésta, el turismo y los viajes mantuvieron en 38.600 millones de euros su superávit, mientras que los servicios no turísticos crecieron en 300 millones de euros, hasta los 10.900 millones de euros.
Por su parte, la balanza de rentas primaria (rentas de trabajo, de la inversión, impuestos sobre producción y la importación y subvenciones) y secundaria (transferencias personales, impuestos corrientes, cotizaciones y prestaciones sociales, etc.) registró un déficit de 300 millones de euros, frente al déficit de 500 millones de euros del mismo periodo de 2018.
La renta secundaria profundizó su déficit y lo situó en 10.500 millones de euros. Entre tanto, el saldo de la cuenta de capital redujo en los nueve primeros meses del año su superávit en 500 millones de euros, hasta los 1.600 millones de euros.
Así, el saldo agregado de las cuentas corriente y de capital, que determina la capacidad o necesidad de financiación de la economía española, registró un superávit de 17.200 millones de euros, con lo que se redujo respecto a los 19.900 millones de euros del año pasado.
Solo en el tercer trimestre, la balanza por cuenta corriente alcanzó un superávit de 7.800 millones de euros, al sumar 400 millones más respecto al del año pasado, debido al mayor déficit de la balanza de bienes (10.100 millones), el mayor superávit de la de servicios (21.500 millones), la corrección del déficit de la renta primaria y el mayor déficit de la secundaria (3.600 millones).
La cuenta de capital bajó a 300 millones en el tercer trimestre del año, con lo que la cuenta corriente y de capital cerró con un saldo positivo de 8.100 millones, frente a los 8.300 millones del año pasado.
ENTRADA DE CAPITALES
En términos acumulados de doce meses, la capacidad de financiación se situó en 26.300 millones de euros hasta septiembre, el 2,1% del PIB, frente al 2,4% del PIB acumulado en el conjunto de 2018 (29.100 millones de euros). Además, la deuda externa bruta alcanzó 2.125 millones de euros en el tercer trimestre, 172,1% del PIB, por encima de los 2.105 millones de euros (172% del PIB) que alcanzó tres meses antes.
Por otro lado, la posición de inversión internacional neta excluyendo el Banco de España alcanzó un saldo negativo de 802.000 millones de euros en el tercer trimestre, saldo más deudor que el observado tres meses antes (774.000 millones).
Esta evolución de la entrada de capitales vino explicada fundamentalmente por la aportación negativa de las transacciones financieras (16.400 millones), resultado de un aumento neto de los pasivos contraídos frente a no residentes superior al de los activos exteriores.
La salida o entrada de capitales es un saldo que resulta de tener en cuenta lo que los residentes españoles invierten fuera del país y lo que los extranjeros destinan a España en ese mismo periodo.