Corinna zu Sayn-Wittgenstein ha reconocido este miércoles que el Rey emérito fue a visitarla a Londres 11 días después de que los abogados de ella se pusieran en contacto con la Casa Real para comunicar que Felipe VI figuraba como segundo beneficiario de la fundación panameña Lucum, pero asegura que no le hizo ningún tipo de chantaje.
En un comunicado remitido a Europa Press, Robin Rathmell, letrado de la empresaria alemana, ha explicado que se puso en contacto con Zarzuela el 5 de marzo de 2019 "solicitando un diálogo de buena fe en el contexto de la campaña de abuso" que dice que se puso en marcha contra su cliente.
Dicha campaña ha llevado a Corinna, dice el abogado, a "ser arrastrada a los procedimientos" de la investigación abierta en Suiza sobre las presuntas comisiones pagadas por Arabia Saudí en el marco de la negociación para la adjudicación a una UTE española de las obras del AVE a la Meca, algo en lo que insiste que su cliente "no está involucrada".
"Después de que el Rey emérito vino a visitar a nuestra cliente, enviamos varias cartas de seguimiento, sin hacer demandas, pero nuestras solicitudes de buena fe para un diálogo nuevamente quedaron sustancialmente sin respuesta", afirma Rathmell.
En el comunicado, el letrado dice que es "absurdo" que se crea que Corinna y sus representantes legales hicieran "algún tipo de chantaje u otro propósito inapropiado" en las cartas enviadas a Zarzuela, y advierte de que estas misivas "hablarán por sí mismas".
"Nuestra cliente sólo ha querido poner fin a la campaña de acoso contra ella y salvaguardar la seguridad de ella y sus hijos. Nunca se han hecho demandas indebidas (financieras o de otro tipo) a la Casa Real, de hecho, nuestra cliente quería que la Casa Real tuviera todos los hechos relevantes para hacer su propia evaluación de su posición en estos asuntos serios", explica.