El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, garantizó este viernes en la Junta de accionistas que la entidad buscará “activamente” llegar “a un acuerdo razonable que asegure la competitividad futura de CaixaBank, eliminando los solapamientos derivados de la fusión” en el despido colectivo que negocia con los sindicatos.
Según subrayó, se buscará además “la recolocación de las personas que salgan de la entidad, dándoles la formación adecuada para que puedan encontrar nuevas ocupaciones”, en alusión al fichaje de Lee Hecht Harrison (Grupo Adecco) y McKinsey para garantizar a los empleados afectados por las salidas un empleo en otras empresas.
En una Junta marcada por las quejas sobre el ajuste, Gortázar recordó que el propio proceso de fusión contemplaba materializar sinergias de 770 millones de euros en ahorro de costes y 290 millones de euros en aumento de ingresos “cuando se aprobó la operación”, y “un tema esencial asociado a su consecución es el plan de reestructuración”.
Aunque no lo dijo directamente, deslizaba así su incorporación dentro de un proyecto analizado y aprobado en su día por el Consejo de Administración, donde está representado el Estado a través del Fondo de Reestructuración Bancaria (Frob), y que posteriormente aprobaron los accionistas en Junta, pese a las quejas que ha suscitado.
Por otro lado, reiteró la intención de agilizar el proceso y que el banco funcione como una sola entidad “en el último trimestre del año”. Su intención declarada es lograr que la integración operativa se realice “de manera eficaz” como “prioridad para todos”, ya que “permitirá homogeneizar procesos y productos y acelerar la atracción del modelo comercial, que opera ya sobre una base de más de 19 millones de clientes en España”.
“El potencial es elevado y nuestra intención es usar toda la experiencia previa en integraciones para que ésta sea también un éxito”, agregó, a la vez que remarcaba que ambos bancos tienen una historia larga de exitosas integraciones de entidades financieras.
Gortazar puso el acento en las posibilidades que se abren para el nuevo banco gracias al tamaño, la escala y la fortaleza de balance consolidada con la integración, aseverando que sitúa a CaixaBank en una “posición única para seguir ganando eficiencia comercial” y desarrollar los servicios innovadores “al mejor coste”.
Entre las fortalezas de partida reivindicó que parte con cuotas de mercado “del entorno del 25%, en créditos, en depósitos y también en fondos de inversión”, que en segmentos concretos como el hipotecario llegan al 27% y en el conjunto de ahorro a largo plazo de clientes al 29%. “Disponemos de la plataforma de distribución más potente del país, que combina una gran capilaridad física con elevadas capacidades digitales”, agregó, detallando que cuenta con 10 millones de clientes digitales.